Hagas lo que hagas, te van a criticar
Hace tiempo que quería hablar de ello, pero mi falta de tiempo últimamente no me permitía sentarme tranquilamente a escribir. Soy emprendedora y hago lo que amo: ayudar a otras personas a conectar con su propósito y emprender en desarrollo personal. Y también soy madre: mamá de dos niñas preciosas, mellizas, a las que adoro con toda mi alma.
Mi vida no es sencilla y se ha complicado muchísimo desde que fui mamá. Algo tan deseado, tan esperado, ansiado, que tanto me costó conseguir. Algo por lo que doy las gracias cada uno de los días de mi vida.
Pero volviendo al tema de este post y al tema de las críticas, tengo que decir una cosa. Eso que tanto miedo nos da al emprender: que nos critiquen, juzguen, rechacen o incluso se burlen de nosotros… forma parte del proceso de emprendimiento.
Y ocurrirá. En algún momento te criticarán, te juzgarán, se meterán en tu vida y te dirán cómo debes vivirla. Personas que no conoces de nada o que te conocen más bien poco. Sí, pasará y hay que asumirlo como parte del proceso.
El precio de exponerse
Y ocurre porque te expones al mundo. Y más si lo haces en el ámbito del desarrollo personal donde compartes tus experiencias, tus miedos, tus dolores, donde te muestras desde tu lado más vulnerable, auténtico y humano.
Y los habrá por desgracia que aprovecharán esta información para criticarte, para decir que no eres lo suficientemente bueno o que cobras demasiado o que no cuidas bien de tus hijas.
Y, precisamente, porque las críticas es algo a lo que tenemos que enfrentarnos a lo largo de nuestra vida, escribí un artículo sobre cómo afrontar las críticas cuando inicié mi emprendimiento.
Pero tranquilo, tranquila. No pasará desde el principio. Al principio apenas te conoce nadie. Escribes para cuatro gatos: tus amigos de toda la vida, tu madre o tu abuela. Y te desesperas. «Nadie me lee». «No soy importante».
Después, si eres constante, empiezan a conocerte otras personas que no conoces personalmente. Algunas te escriben de vuelta felicitándote por lo que das (casi siempre gratis) y te sientes genial. Tu Ego te dice: «¡Soy buena, ayudo a las personas!»
Vas llegando a más y más gente. Decides ofrecer con algo de incomodidad tus servicios. Y entonces llegan las primeras desuscripciones, los primeros mensajes de gente que te dice: «No se puede cobrar por ayudar, te estás aprovechando del dolor de otros para lucrarte».
También te llega algún que otro email de tu competencia donde te dicen que cómo te atreves a hablar de emociones si no eres psicóloga o que todos los coaches somos vendehumos.
La ley del espejo
Al mostrar tu trabajo y tu vida al mundo es inevitable que estés abriendo una puerta a que personas infelices o, simplemente, insatisfechas en algunas áreas de sus vidas (a menudo con necesidades de amor o importancia no cubiertas) te suelten sus propios miedos, sus propias creencias, sus propias insatisfacciones.
[ctt tweet=»Al mostrar tu trabajo y tu vida al mundo es inevitable que estés abriendo una puerta a que las personas te suelten sus propios miedos, sus propias creencias, sus propias insatisfacciones.» – @mashamikhailova» coverup=»vJ3rS»]De hecho, escribiendo este artículo, recuerdo un post que escribí hace un tiempo sobre la ley del espejo y la envidia. Creo que viene muy acorde al tema.
Y te seré sincera, al principio recibir este tipo de mensajes duele. Duele mucho. Te preguntas si has hecho algo malo a esa persona en concreto. ¡Si ni siquiera sabías que existía hasta que recibiste este email!
O ese comentario. Uno que recuerdo me dolió al principio y luego me di cuenta de lo triste que tenía que ser la vida de una persona capaz de escribirme este mensaje en uno de mis vídeos de cómo aumentar la autoestima: “Tienes que tener la autoestima muy alta para salir tan fea en este vídeo”.
Sí, incluso ataques a tu físico, por supuesto, totalmente infundados y llenos de maldad. Son la otra cara del emprendimiento.
Una señora llegó a decir en uno de mis directos en un canal donde compartía conocimientos gratuitamente cada semana: “Está tan delgada que parece enferma” meses después de haber dado a luz a mis mellizas, pasando noches y noches sin dormir y aún así trabajando y compartiendo contenido.
El aprendizaje que nos traen las críticas
Pero poco a poco, y esta es la parte buena, esos comentarios dejan de dolerte, dejas de hacerles caso. Y si lo hacen, simplemente te preguntas: ¿Qué me está enseñando este mensaje? ¿Qué hay en mí que ha resonado con el dolor o el miedo de esa persona que me critica?
[ctt tweet=»Cuando te critiquen, pregúntate: ¿Qué me está enseñando este mensaje? ¿Qué hay en mí que ha resonado con el dolor o el miedo de esa persona que me critica?» – @mashamikhailova» coverup=»ar1x8″]Porque cuando alguien nos critica sabiendo que no buscamos su opinión, sea de buena manera o de mala, en el fondo no hace más que escupirnos sus caquitas emocionales.
Sin ir más lejos te quiero compartir el último mensaje que recibí de una de mis suscriptoras y a la que preferí no responder, pues qué sentido tiene discutir con alguien que te prejuzga y cuestiona una parte personal de tu vida, como la crianza de tus hijas.
La «sabia» mujer, y supuestamente experta en desarrollo personal, me cuestionaba “duramente” (tal como ella misma subrayaba) el hecho de llevar a mis hijas de 15 meses a la escuela infantil, preguntándose extrañada cómo era posible que alguien como yo que se dedica al desarrollo personal sea capaz de semejante agresión hacia mis hijas, causándoles terribles traumas y escudándose en expertos como Carlos González o Laura Gutman.
Un email bastante largo donde no dejaba de cuestionar mi trabajo profesional y ligarlo al hecho de cómo criaba a mis hijas.
La conclusión era clara: alguien que lleva a sus hijas a una guardería es mala madre y, además, no debe dedicarse al desarrollo personal porque debe saber el dolor y los traumas tan grandes que la guardería les causa a los niños.
Percibimos la realidad a través de nuestras gafas
Para empezar, no comparto para nada esa visión tan radical y tan sesgada de la realidad. Y me da igual que sean eminencias como Gutman o González los que estén en contra de las escuelas infantiles. Yo no me leo 4 libros y sigo a rajatabla sus dictados, sea lactancia, colecho o crianza con apego. Aprendo, cuestiono lo que leo y luego veo qué aplico y qué no aplico a mi vida.
[ctt tweet=»Aprende, cuestiona lo que lees y luego decide qué aplicar y qué no aplicar a tu vida. Seguir a expertos de forma ciega es peligroso.» – @mashamikhailova» coverup=»16Q72″]Por otro lado, me pregunto: ¿quién es ella para juzgar mi situación personal? ¿Acaso me va a pagar la susodicha mis facturas?
Lo mejor de todo es que en algún momento de su largo correo menciona el hecho de que yo ayude a profesionales de desarrollo personal a facturar más de 3.000 euros mensuales y comentando sarcásticamente: “Imagino que tú ganarás mucho más que eso, por lo que puedes permitirte contratar a una persona que cuide de tus hijas”.
Ya está: la mujer ha sacado sus conclusiones de cuánto gano cada mes, de cómo cuido a mis hijas y de las cualidades que debo tener para ser apta, en su opinión, de dedicarme al desarrollo personal. ¿Qué os parece?
Y sí, al parecer ella se dedica al desarrollo personal. Y eso incluye en su caso: cero humildad, falta de empatía, prejuicios y juicios infundados y una necesidad imperiosa de sentirse importante salvando el mundo de las crueles escuelas infantiles.
¿De verdad me está dando lecciones de vida alguien que no es capaz de empatizar, comprender o simplemente no juzgar a una persona sin conocer su situación realmente?
Juzgar siempre es lo más fácil
Se despedía diciendo que necesitaba decírmelo. Y yo me preguntaba: ¿con qué fin? ¿Se creía que tras leer su correo, iría corriendo a sacar a mis hijas de la escuela? ¿Me sentiría culpable y dejaría de dedicarme al desarrollo personal?
¿Sabe acaso esa persona anónima lo que gano realmente cada mes o si mis ingresos, precisamente por no contar con suficiente ayuda desde que nacieron mis hijas, han bajado en picado? ¿Se imagina qué es emprender realmente, los gastos que supone ser autónoma, depender de ti misma como única fuerza de trabajo o lo que es estar en números rojos y estar viviendo de tus ahorros?
Queridos trolls y personas supuestamente bien intencionadas que nos dais lecciones de vida: antes de juzgar a una persona, preguntémonos si realmente conocemos su situación, si sabemos por lo que está pasando, si estamos en su día a día cuidando de dos bebés muy activas que necesitan no de una sino de dos personas para ser atendidas en casa. O como dice el cómico argentino y padre de gemelas, Nico Braun: «Las mellizas se cuidan de a dos».
No tengo que pedir permiso ni disculpas por vivir mi propia vida
Con este post no pretendo disculparme ante nadie por llevar a mis hijas a la guardería. De hecho, tienen una educadora humana y cariñosa, las atiende maravillosamente y con mucho amor. Y aunque al principio, tanto ellas como nosotros los padres, lo pasamos bastante mal, y pasamos por muchos virus en poco tiempo, ahora que están perfectamente adaptadas, hay días que no quieren salir de ahí porque tienen atención, cuidados y juego, comen y duermen fenomenal. Y por fin están teniendo algo que Carlos y yo no conseguíamos por nuestra cuenta, rutinas.
También es cierto que si todo fuera más fácil, si no tuviera que trabajar o pudiera permitírmelo, no las habría llevado a la escuela todavía, lo haría pasados unos meses o un año. Sé que donde mejor están es conmigo, su madre. Pero soy madre trabajadora y tengo que trabajar. Tengo un negocio en fase de crecimiento y éste se ha estancado últimamente por no disponer de tiempo apenas.
Me sorprende mucho que haya tantas personas, especialmente mujeres, que, sabiendo lo complicado que está el tema de conciliación en la sociedad en la que vivimos, pretendan meternos más culpa y más miedos, en lugar de compadecer y empatizar. Y más aún me sorprende esta actitud de personas que se dedican al desarrollo personal.
También quiero dejar claro que tampoco considero que la escuela sea el mal. El verdadero mal no está en la escuela, sino en la falta de atención, educación, cariño, amor o valores que reciben los niños en casa.
Y estoy convencida de que mis hijas estarán mucho más felices con una madre que se realiza en lo profesional, que trabaja hasta las 15:00 y luego les dedica todo el tiempo a ellas de forma incondicional. Y no con una madre estresada que no llega a nada, que no avanza en su trabajo porque no puede pagar sus facturas.
Lógicamente la señora del email no se ofrecerá a pagarme mis gastos.
Las críticas y su intención positiva
Para terminar, quiero decir que también ese tipo de correos o mensajes me hacen aprender sobre mí misma. Si algo te duele, es porque resuena contigo.
Si una crítica me llega es porque también soy humana y tengo mis debilidades, mis miedos y sombras. Mentiría si dijera que este mensaje no me ha hecho sentir mal. Afortunadamente lo ha hecho el tiempo justo para dejar de darle vueltas y reafirmarme en mi postura.
Carlos siempre me dice: «Cuando recibes una crítica que te inquieta significa que o debes cambiar algo en ti o reafirmarte en tu postura». Yo me reafirmo en mi decisión, pues es la mejor solución posible dentro de mi situación actual.
Y créeme, le he dado bastantes vueltas al tema junto con mi marido. Habíamos estado barajando otras opciones pero económicamente no nos las podíamos permitir, al menos no en estos momentos.
[ctt tweet=»Cuando recibes una crítica que te inquieta o debes cambiar algo en ti o reafirmarte en tu postura.» – @mashamikhailova» coverup=»3pBU2″]Mi gran aprendizaje hoy es que no podemos juzgar a otras madres por el hecho de cómo crian a sus hijos, si les dan pecho o fórmula, si hacen o no colecho, si deciden criarlas en casa o las llevan a la escuela, si vacunan o no a sus hijos.
Cualquier postura radical sólo nos lleva a la separación, al odio, a la envidia y es energía del miedo. Tú decides qué energía quieres alimentar. Desde luego correos como el que recibí demuestran que aún hay mucha gente anclada en el dolor y el miedo.
[ctt tweet=»Cualquier postura radical sólo nos lleva a la separación, al odio, a la envidia y es energía de miedo.» – @mashamikhailova» coverup=»u36hK»]Las críticas hablan más de quien las hace
El email de aquella mujer ha removido mis miedos antiguos, esos que aún no había terminado de asentar en relación al tema de guardería. Ahora me siento mucho más en paz. Siento que sin ser perfecta soy la mejor madre para mis hijas. Siento que he tomado la mejor decisión en la situación en la que me encuentro en estos momentos.
Y me solidarizo con el artículo de mi compañera Marina Díaz que nos comparte también cómo ha sido su primer año siendo madre y donde no todo es camino de rosas.
Y a todos los trolls y personas moralistas, simplemente os diré que trabajéis vuestros propios miedos, insatisfacciones y os pongáis en manos de profesionales que os ayuden a aceptaros y amaros, porque sólo amándoos primero, podréis respetar y amar a los demás.
Nadie es mejor ni peor. Ser espiritual y vegano, leer libros de crecimiento personal y luego criticar y juzgar a otros porque no son perfectos no tiene mucho sentido ni coherencia alguna.
Busquemos la coherencia y el respeto a las opiniones y vidas de otros. O como dice el refrán: «A quien juzgue mi camino, le presto mis zapatos».
Espero ansiosa tus comentarios. ¿Cómo afrontas las críticas? ¿Te has encontrado en una situación similar? ¿Te ha ayudado el artículo a ver las críticas con otras gafas?
60 comentarios
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Uf María, cuanto contenido a tratar. Lo primero que me viene es ¡Pobre! cómo te debiste de sentir al leer tal correo que describes. Coincido en todo contigo. Esta mujer tiene mucha herida de injusticia, dolor y necesidad de importancia dentro de ella (ups, la estoy criticando!) y bueno, habría que ver todo lo criticable de su vida pero sería ponerse desde el ego en este papel en el que ella se ha puesto contigo. Mi conclusión de madre de tres hijos es, como bien dices, la importancia de que tus hijos sientan a su mama feliz, realizada y con un propósito de vida porque ésto les aportará una estabilidad y confianza de vida máxima y, sobre todo, cada cual tiene sus conclusiones en base a su bagaje vivencias, sus creencias, intuiciones, conocimientos y valoraciones de ahora en este momento qué es lo que yo quiero hacer para con mis hijas. Respecto a cómo afronto las criticas pues sinceramente primero salta el automático ego, después si duelen el dolor, después me separo y la observo desde fuera y todo esto en décimas de segundo donde aparece doña humildad y pone orden y luz en mi vida, reafirmando lo que hago, pienso o digo o brindándome la oportunidad de abrirme a otra mirada posible. Sí, me he encontrado en situación similares y escucho, respeto y hago lo que yo valoro sin más. Tu artículo me enseña a que hay gente para todo, unos parecidos a mi, otros distintos y para todos hay espacio y todo es perfecto para lidiar en la viña del señor me viene jajaaja. Lo que me hace recapacitar de cómo yo voy a actuar respecto a alguien cuando me salga el automático criticón que llevo dentro. Un beso grande para esas niñas que tienen a los mejores padres del mundo, esta pareja unida con consciencia, valores y tanto amor que dar, no sólo a ellas sino a todos los que tocan.
Qué bello leerte, Claudia! Sí, el tema de la crianza de hijos para una madre que trata de dar lo mejor a sus hijas (y sabiendo que nunca llegará a ser perfecta ni podrá lograr que sus hijas no tengan traumas de ningún tipo, porque es parte de la vida) es muy sensible para mí. Ya llevo bien críticas sin sentido a mi físico o incluso al tema de cobrar por ayudar a los demás, pero el hecho de que tocasen algo tan privado y tan importante para mí hizo que me sintiera realmente enfadada. Seguramente porque aún no había dejado atrás todos mis miedos con respecto al tema de la guardería, como comparto en el artículo, y gracias a este mensaje al final me di cuenta de que hacía lo mejor que podía, aunque no estuviese acorde a determinadas corrientes de la actualidad. Mil gracias por tu empatía y tus palabras. Me viene genial también ver cómo gestionas las críticas y veo que es algo similar lo que me pasa a mí: aprender de ellas y tratarlas con humildad.
Hola María.
Empezando por tu última frase: las críticas siempre, siempre dicen algo sobre quien las hace, nunca sobre la persona a la que van dirigidas. Yo llevo observando ya desde hace más de un año todo esto con distancia y prudencia, soy capricornio, saturno es mi planeta regente y me hace siempre tener los pies en la tierra y mirar con lupa todo lo que sucede alrededor. Creo que la gente está confundiendo y cree que para alguien pueda ayudar a otro tiene que tener un perfil determinado, y no es así. De toda la vida hubo personas con una capacidad enorme de ayudar a los demás y de saber como guiarles en el camino, que han tenido, por ejemplo, problemas con el tabaco, incluso con el alcohol; pero ahora parece que si eres un profesional del desarrollo personal, tienes que entrar por una serie de filtros que implican un modelo de vida concreto. Estamos haciendo lo que la educación industrial, que tanto criticamos, hace con los niños: pasarlos a todos por el mismo filtro sin tener en cuenta su proceso. El hecho de que alguien tenga un problema con el tabaco solo significa una cosa: que tiene un problema con el tabaco, pero puede ser la persona más empática del mundo e incluso podría ser un guía maravilloso, él ayudará en ese camino y otro, con otra visión, le podría ayudar a él con su adición al tabaco. Nos creemos que todos tenemos que tener un perfil determinado para según qué cosas, estamos cometiendo el mismo error: querer que todas las personas sean y se comparten igual, y estamos olvidando lo más importante: dejar ser a la persona lo que tiene que ser, dejarla aprender lo que tiene que aprender, en definitiva, no estamos teniendo ningún respeto por el proceso de las personas. Cual está siendo la reacción a todo esto: la gente huye porque, inconscientemente, siente que jamás va a ser tan perfecta y siente que no le va a servir de nada todo esto.
Claro que está muy bien alimentarse bien, hacer ejercicio etc…pero no todo el mundo puede cambiar de golpe, y la gente se agobia al ver que no le está sirviendo de nada. No estamos teniendo respeto por el proceso personal de cada uno, y la gente se siente profundamente juzgada y no merecedora. Esto se ve muy bien reflejado en dos tipos de terapia: la conductual que es más antigua aunque se sigue utilizando, y la humanista. Sin ser una mejor que la otra ( cada una se encarga de una cosa) la primer trata de redirigir conductas diciendo lo que tienes que hacer, la humanista entiende que eres un ser completo tal y como eres, y si en ti hay un problema, en ti está la solución, por lo tanto te ayuda a que tú mismo te soluciones ese problema con tus propios recursos, nadie más que tú puede saber cual es la solución a ese problema puesto que ese asunto lo tienes tú, no el de enfrente. Tiene máximo respeto por tu proceso porque solo tú vas a saber cuando estás preparado para solucionarlo. Eso, creo yo, es respetar lo que cada uno es y no obligarle a que tome las decisiones que otros creen más convenientes.
Se está repitiendo el ciclo de los filtros, primero la religión, después la educación, y ahora, si no dejamos de correr y de querer conseguir todo a golpe sin pensar y sin meditar lo que estamos haciendo, esto se deshará con la misma rapidez con la que ha empezado.
Yo tengo muchas áreas de mi vida que cojean, pero intento tener un profundo respeto por mi proceso, y eso no significa que no sea buena en otras áreas, no tenemos que ser el pack de la new age, somos seres viviendo una experiencia y cada uno tendrá un camino más o menos largo según la experiencia que le haya tocado vivir. Está genial darse cuenta de que esta vida que vivías no era la que tu querías e intentar cambiar, pero desde la baja autoestima, te sentirás pequeño y volverás a ceder tu poder a otras personas. El valor que tú te des va a determinar muy mucho lo que te estés encontrando. Y no es malo meter la pata, al contrario, a medida que te vas haciendo más consciente y miras atrás, te das cuenta de que había muchas cosas en ti que arreglar gracias a empezar a abrir los ojos y ver, qué es lo que estaba realmente ocurriendo.
Eso es todo, un abrazo grande y un beso.
Susana
Cómo me gusta leer tus reflexiones Susana. Así es como lo veo yo: no somos perfectos ni falta que hace. Vivamos nuestro proceso de la mejor manera que seamos capaces, aunque a ojos de algunos cometamos errores. De los errores se aprende, de la experiencia siempre imperfecta se aprende, se crece, si uno se lo permite. Gracias por aportar siempre desde tu observación como buena Capricornio que eres. Un abrazo guapa!
Hola Masha…solamente un breve comentario: “me quito doble el sombrero ante ti por lo que haces”; no soy madre, pero si tengo la dicha que conocer a muchas Mamás, entre ellas tú, y ser testigo de su “grandeza”; admiro esa capacidad de entrega y energía que tienen, no solamente son “mamas”, son esposas, trabajadoras y quizás muchos roles más. Con honestidad te digo, aunque siempre quise ser mamá, y si hubiera recibido esta dicha, no sé cómo le habría hecho! te lo digo en serio…coincido contigo en tu reflexión final: esta clase de cosas te reafirman tu decisión!! De hecho no es fácil, he pasado momentos de “juicio y críticas” incluso de personas que me aman, y creo que cada día voy aprendiendo a gestionarlos mejor (no a la perfección jejej) : rescatando aquello que me puede sumar y a “perdonar en silencio” cuando sienta que es la mejor opción. Felicidades por la bella familia que has formado! Abrazotes!
MIl gracias Benghi! Los juicios y críticas nos duelen más si son de personas cercanas o queridas, y como bien dices, hay un proceso de aceptación y perdón. Sin embargo las de personas que ni conocemos desde mi punto de vista es más difícil gestionarlas, porque en realidad no conocemos sus verdaderas intenciones, con lo cual sólo nos queda adivinar. Si logramos aceptar y perdonar a esas personas en silencio, wow, nuestro crecimiento será exponencial. Gracias de nuevo por tus bellas palabras llenas de amor y cariño.
iHola María!
No puede evitar empatizar contigo en cada línea que leía y debo reconocerlo sentí coraje hacía esa persona que te escribió, se me hace increíble que incluso entre mujeres nos ataquemos; pero en fin, como bien dicen: Cada cabeza es un mundo.
Yo puedo entenderte muy bien como madre y emprendedora, sé lo realmente complicado que es encontrar tiempo para todo y por ello admiro a mujeres como tú que lo pueden hacer.
También te admiro mucho porque a pesar de lo complicado que es la maternidad, tú siempre te entregas al 100 y así hayas pasado una mala noche o hayas estado enferma estás siempre dispuesta a dar lo mejor de ti y eso lo sabemos todas las personas que trabajamos contigo.
Los comentarios mal intencionados pueden doler (te lo digo por experiencia) pero también sé que son más las cosas buenas que recibes de tus clientes y lectores; sin duda has cambiado la vida de muchas personas y eso ha sido gracias a tu labor y esa pasión que sientes por lo que haces.
Dios te bendijo a ti y a tu pareja también con esas dos bebés hermosas y solo ustedes saben cómo educarlas y criarlas, nadie tiene por qué meterse y mucho menos con comentarios despectivos y mal intencionados, que solo reflejan lo mal que esa persona se encuentra consigo misma.
Me encantó la frase: «A quien juzgue mi camino, le presto mis zapatos»
Yo solo te puedo recomendar y es lo que hago cuando recibo comentarios sobre la forma de educar y criar a mi hija, porque eso si, siempre hay personas que piensan que hacen una gran labor y tienen el derecho a meterse en la vida de los demás, yo lo que digo es: «Gracias, acepto tu comentario, pero no lo tomo y así como yo te respeto te pido lo mismo» y aunque a veces es difícil no molestarse respiro y trato de comprender a la otra persona, en eso me ayuda mucho mi pareja, porque me dice, entiende a esa persona, piensa en la forma en que ella creció y en el ambiente en el que se desarrollo y ya me tranquilizo :) y en algunas ocasiones si es necesario mantener distancia con las personas que realmente no te entienden y se quieren meter demasiado en tu vida.
Estás haciendo un gran trabajo como mamá y en lo profesional también :D eres una muy buena mamá, amorosa, tierna y que da lo mejor de si cada día :)
iUn abrazo María!
Hola Teresita! Me encanta leer precisamente tu propio comentario porque muestras cómo una madre que opta por educación en casa es capaz de empatizar y entender a la madre que lleva a la escuela a sus hijas. El mundo necesita más gente como tú: que acepte que cada mamá hace lo mejor por sus hijos, sea en la situación que sea. El mundo necesita más madres que se solidarizan con otras madres y mujeres en general, y no acusan o cuestionan el cómo educamos a nuestros hijos. Porque nadie como una mamá para hacer lo mejor por sus hijos. Y precisamente comentarios como el tuyo demuestran que hay mil formas de criar a los hijos y todas son válidas si se hacen desde el cariño y amor. Muchas gracias por tus bellas palabras!
Querida AMIGA María, fue un auténtico placer veros el otro día, y me alegré mucho , pues no hsbis visto todavía a las peques, la verdad es que me impresionaron Mucho lo edpabilidasy qtey están parsy la Edad que tienen,
En Segundo lugar he confesarte que ha sido uno de los artículos más tristes que he leído aquí, pues como bien dices, las críticas forman parte de las persianas que emprenden. Si es cierto, yo sin emprender, pero con la intención, todavía.
Te confesaré que ha sido uno de Los artículos más tristes , de cuantos he leído aquí, pues estas críticas me parecen surrealistas cuanto menos surrealistas.Tu como cualquier otra autónoma o trabajadora por cuenta ajena puedes tener hijos, por qué no? Hace tíempo cuando te leí que por fin estabas embarazada y llevabais tiempo con el intento, es de suponer habríais planificado lo que vendría después, planificación de vida, económica, y demás.
Yo creo , además , y creo que una Vez te lo dije, iba a ser una experiencia MUY enriquecedora, que no quita que al principio sea duro paesy los dos, pero es más , María, creo que el haber tenido a esas niñas te completa más tu formación de coach, para mejorar su los demás en el desarrollo personal . Creo ,y también te lo he dicho que eres una de las mejores, y a la vista está de todos los seguidores, clientes ,alumnos que confiamos en tí.
Creo que son críticas infundadas el que no puedas llevarte a las peques a la guardería. No son propias de personas con sentido común y Menos que te digan lo que ganas, Hay críticas y críticas Maria. Y de este TIPO de críticas no se aprende Mucho salvo acercarte más al odio, . Aunque sé y conociéndote tu estás por encima de esto, Pero quema un poco.
Recibe mi apoyo y un abrazo para ti amiga, para Carlos y un besazo a las peques.
Mil gracias, amigo Justino, por tus bonitas palabras. Sí, a veces llegan críticas así de absurdas que no obstante te hacen sentir mal porque hasta empiezas a dudar de ti misma y de hacer las cosas de la mejor forma posible. Por eso me ayuda mucho compartir lo que siento o me ocurre, es terapéutico para mí, me muestra que no estoy loca en lo que hago y además puedo recibir apoyos como el vuestro. A mí también me encantó vernos el otro día, que aunque fue breve, sí fue muy especial que conocieras a las peques y que además Selene sintiera la buena energía que transmites. Gracias por estar al otro lado!
Querida María
En este post, tratas dos temas: el de las guarderías y el de los troles.
No voy a comentar sobre las guarderías, pero sí sobre los troles. Cuando alguien se expone en la red, más pronto que tarde le acabará llegando un trol; por lo que conviene definir cuanto antes la estrategia que se va a seguir con ellos.
Personalmente, los veo como pescadores despistados que te la pueden liar en cualquier momento; así que conviene estar lejos de su sedal. Como nota de humor, te puedo decir que los troles cuentan trolas. :)
Un beso
Jeje me quedo con tu metáfora y con el chiste final, que no es ningún chiste: troles que cuentan trolas. Sobre cómo gestionarlo, me gusta la idea de tener una estrategia predefinida. Por ejemplo un texto estándar respetuoso pero marcando límites, de modo que nunca tengas que romperte la cabeza: ¿qué le contesto, le contesto o no, debo ser educada o decir lo que pienso en este instante? Algo así como: «Querido lector/lectora, muchas gracias por aportarme tu sabio comentario pero para serte sincera me traen sin cuidado tus palabras, pues ni la intención que veo en este mensaje es positiva ni te he pedido tu opinión en ningún momento. Recuerda: existen 3 tipos de asuntos en el universo. Los tuyos, los de los demás y los del Universo. En este caso te has metido donde no te llaman: en asuntos de otros. ¿Por qué mejor no ocuparnos de nuestros asuntos propios y dejar de juzgar a los demás? Piensa que no tiene sentido alguno estar en los asuntos de otros: estás perdiendo lo más precioso que tienes en esta vida, tu tiempo. Imagínate la de cosas interesantes y positivas por tu propio bienestar que podrías realizar si dejases de cuestionar las vidas de otros.» Muchas gracias por darme la idea Jerby!
Como se suele decir, querida Masha, fanáticos hay para todas las causas. Y parece ser que te ha tocado una fundamentalista en suerte, aunque su credo sea lo que pone en la nueva hornada de libros sobre crianza.
Libros que surgen no tanto para aprender a educar como para apelar a las heridas de abandono, desapego, rechazo y traición de no una, sino varias generaciones diferentes. Para una parte de la población que está llevando al extremo ese mantra de la Generación X: el «alza tu voz».
A más de una de esas personas habría que exigirles cada poco rato que se callen el hocico. Especialmente cuando lo único que hacen es entronizar opiniones y convertirlas en sus nuevas religiones.
Por mi parte, me agrada decir que concuerdo mucho contigo en todo lo que has expuesto aquí y en los otros posts que enlazas. Me ha alegrado comprobar que tenemos una forma parecida de actuar, solo que yo tiendo a espejar las formas que recibo. A menudo, eso ha sido visto como prepotencia o como perder las formas yo mismo; pero aún así tiendo a hacerlo cuando no estimo que el silencio es mejor respuesta.
Esto no deja de ser una prueba para que conozcas la solidez de tus decisiones y de tu amor propio. Si una opinión así te hubiera hecho cambiar de tercio e ir corriendo a sacar a las niñas de la guardería para no volver a llevarlas nunca más… Bueno. Creo que resulta obvio decirlo, pero significaría que o bien te importa demasiado la impresión que das a los absolutos desconocidos, o bien no estabas tan segura de dejarlas allí.
Para los que cuentan (Carlos, tú, vuestra familia y allegados), has pasado la prueba con nota.
Un abrazo.
Me encanta leerte, Sergio! En realidad las críticas son mi gran aprendizaje en esta vida. Porque por mi forma natural de ser tiendo a huir del conflicto, sea interno o externo. Tenía escrita la respuesta a la sabia mujer, pero luego me dije: ni siquiera se merece una respuesta. Prefiero llevar el tema al mundo, a las personas que sean capaces de entender este mensaje y dialogar, sin entrar en juicios y prejuicios. De hecho, cuando nos escriben textos así, están buscando inconscientemente el conflicto, desean la respuesta, desean mostrar su verdad y reafirmarse. Si esa persona llega a leer el post, sabrá perfectamente que se trata de ella. Si me responde de forma amable, contestaré a su comentario. Gracias por aportar tu visión (y la que nos mandaste por Whatsapp sobre todo). Un abrazo grande chicos, os seguimos la pista por Instagram!
Lamentablemente en el mundo online es muy fácil expresar el ego. Hay personas tan identificadas con sus opiniones y con tener la razón, que se sienten superiores y mejor consigo mismas si pueden criticar a otras personas que no comparten sus ideas y conclusiones.
Personalmente creo que una mujer trabajadora y madre es de admirar, y llevar a los niños a la guardería lo encuentro muy normal. Hay muchos niños que disfrutan en la guardería o la escuela. De todos modos, para gustos colores. La diversidad humana es muy bonita y la diversidad de experiencias necesaria.
Pero por encima de todo, todos somos hermanos y parte del mismo ser, y los que sigan creyendo en la separación seguirán en una ilusión que les obliga a ser agresivos y a atacar a los demás para mantener su identidad.
Por suerte gracias a personas como tú todos y todas vamos creciendo como personas. Espero que en un futuro el conocimiento de que los humanos somos uno será más general y viviremos con más paz y amor.
Así es Raquel, somos un mismo ser, y lo ideal es abrazar la diversidad, en todas sus expresiones, siempre que sea parte del amor, comprensión, cariño y energía de unión. Me gusta mucho ese enfoque que mencionas porque solo desde la unión lograremos un mundo mejor, no desde la crítica o el desprecio. Un abrazo grande y muchas gracias por comentar!
Querida amiga, :Hagas lo que hagas te van a criticar por lo cual hazlo, yo en mi caso quise hacerlo y no me dejaron por lo cual mi relacion fue más DIFÍCIL
UN SALUDO Y ADELANTE GRACIAS
Gracias a ti por dejar tu comentario, Daniel. Sólo una pregunta: eso que no te dejaron hacer, ¿por qué no lo intentas hacer de todas formas o de una manera diferente? Ya sabes, que críticas siempre habrá, pero si algo deseas y tu alma lo pide, ¿por qué no ir a por ello?
Hola María,
Siento que hayas recibido este tipo de comentarios. Creo que la mayor parte de las madres llevamos a cuestas una gran losa que nos acompaña, y de la que nadie nunca nos habló, que es la culpa y «jugar» con la culpa de los demás es muy ruin.
Yo soy madre, tengo dos niñas, no han ido a la guardería, estoy en casa con ellas y me siento culpable, de no trabajar y de mostrarlas en mi propia casa un modelo «machista», que para colmo, yo misma he elegido.
Creo que, en la maternidad y en el resto de cosas, todos actuamos como creemos y como podemos, dentro de nuestras circunstancias. Intentamos hacerlo lo mejor posible y nos equivocaremos muchas veces (otras no). Pero creo que lo peor que podemos hacernos las mujeres es criticarnos por estos temas. Se pasa mal cuando se trata de como lo haces con tus hijos. La culpa siempre está ahí.
Muchos besos y reafirmate en tu postura. La que quiere lo mejor para tus niñas siempre vas a ser tu.
Hola Elena! Pues sí, la culpa y la maternidad parece que van de la mano. Fíjate que si se dice que somos nuestras peores jueces, qué poco necesitamos que vengan a juzgarnos otras personas, y más si son mujeres o madres, que saben lo que es la culpa y lo mal que se pasa… Eso mismo pensé yo al recibir el correo: ¡qué falta de empatía! En cuanto a cuidar de tus hijas quedándote en casa, para nada creo que sea mostrar valores machistas, de hecho creo que es lo más natural. Tu naturaleza te pide que estés con tus hijas, y escuchas tu voz interior. Admiro a mujeres como tú, lo digo de verdad. Y como comento en el post sé que lo ideal es que los hijos hasta cierta edad estén con la mamá. Así que ya sabes, lo haces genial y tus hijas te lo agradecerán mucho! Un abrazo grande bonita!
Creo que a quienes critican cómo las madres se apañan para seguir trabajando y atendiendo a sus hijos se olvidan, o no llegan a entender nunca, que como madres también nuestro trabajo lo hacemos POR NUESTROS HIJOS. Yo me repetí desde que pasé por estas dudas que yo soy la madre de mis bebés, pero también la madre de mis adolescentes, y de mis universitarios, que necesitarán mi estabilidad económica para poder sentir un suelo firme bajo sus pies. Quiero darles todo, y para eso necesito equilibrar: presencia y apego, con trabajo y solvencia. Y lo hago como mejor se, y aprendiendo sobre la marcha. Y a veces repartir el cuidado con las ayudas que podamos permitirnos (guardería, cuidadora, abuelos o lo que sea) nos hace estar mejor y poder sostener una familia con las cualidades del mejor liderazgo posible: capacidad
Para tomar decisiones, equilibrar, delegar y cuidar del desarrollo de grupo en su conjunto.
Gracias por escribir este artículo tan transparente y tan común a las preocupaciones y miedos de muchas madres trabajadoras
,
Gracias a ti Marta por dejar tu testimonio. No es nada fácil la conciliación, por eso antes que críticas y juicios, necesitamos solidarizarnos y apoyarnos en este tema, sea cual sea nuestro método de crianza. Yo como mamá primeriza aprendo sobre la marcha y tengo miles de dudas, pero de esto se trata la vida: de las experiencias que nos trae y los aprendizajes que sacamos de todo. Gracias por compartir!
¡Hola María!
¡¡Cómo me mueve aún este tema!! Y eso que yo ya tengo a mis pollitos más mayores.
Puedo ver mi maternidad como un proceso y como he tenido 5 me ha dado para verme por dentro en diferentes momentos y comprobar como mis actos cambiaban según mis creencias.
Yo llevé a mis dos primeros hijos a la guardería, y no con año y medio sino con sus tiernos 4 meses. No me sentí culpable, porque era lo habitual y yo no tenía una conciencia que se interrogara todo.
No sé que paso de la segunda al tercero dentro de mi pero todo cambió. Y empecé a sentirme tan mal, me dolían tanto las entrañas al dejarles que empecé a mirarme profundamente y a escuchar mi corazón. Ahí se acabaron las guarderías e incluso la educación infantil (de 3 a 6) y me dediqué a estar con ellos y a disfrutarlos.
Los primeros año de esa etapa fui activista, como la mujer que te ha escrito, aunque no enfocaba en nadie personal, si que intentaba divulgar los beneficios que supone para nuestras criaturas que permanezcan con nosotras. Y si, sinceramente, en mi interior había juicios hacia quien lo hacía diferente a mi.
Pero como nunca he dejado de mirarme pude descubrir que ese activismo provenía de mis dudas, de mi falta de confianza en mi y mis decisiones. De alguna manera necesitaba que todas las madres entendieran lo que hacía y porque lo hacía para sentirme mejor.
Pronto dejé de promulgar nada y vivir mi vida tal cual me dictaba mi corazón, o lo más carca posible de él, apartando miedos, excusas, o lo que se espera de mi.
Y así llegué a mi último hijo, que tiene 8 años y aún no ha pisado la escuela, lo educo en casa y no tengo la necesidad de educar a nadie sobre ello, ni convencerlos de nada, ni de intentar que el mundo haga lo que yo.
Hubo un tiempo, en el que era tan activista, en el que me sentía muy culpable por cómo lo había hecho con los dos primeros… cuando saber mirarte hacia dentro entiendes que todos esos juicios hacia fuera no son más que el resonador de lo que te dices a ti misma.
Así que ya ves… pasé de meter a mis hijos con cuatro meses en la guardería a no escolarizarlos…
Cuando todos sean adultos podré hacer un estudio de mis experimentos con ellos y su educación/socialización jajajaja
Mucho ánimo, que sé que se desgarra el alma cuando dejas a los peques en otras manos y también sé lo rápido que pasan las mañanas para los emprendedores… pestañeas y ya las tienes encima sin que apenas te hayas organizado.
Besos.
Me encanta leerte guapa! Fíjate cómo una misma persona puede pasar por fases tan diferentes, y estoy segura de que todas son y han sido necesarias para tu propio crecimiento interno y tu crianza de hijos. Yo sigo a algunas mujeres en Instagram que al igual que tú crian a sus hijos en casa y me parece maravilloso! Es su camino, lo respeto al 100% y hasta me da un poquito de envidia a veces. Pero mi camino, al menos de momento, es este otro, tanto mi marido como yo estamos volcados en un proyecto en fase de crecimiento, como comento en el post, y dejarlo aparcado no entra de momento en nuestros planes, sea a nivel personal como económico. Por lo que es lo que nos toca vivir. No sé si mañana cambie de parecer, pero mi experiencia actual es ésta y lo estoy haciendo lo mejor que puedo. Gracias por tu empatía, por tu sinceridad, por compartir tus vivencias sin miedos, y de manera tan abierta y humilde. Ojo, todos caemos en juicios de manera habitual, es bueno tenerlo en cuenta y aceptarlo, así como aprender de ello verdad? Un abrazo preciosa!
Muchas gracias María por tu lindo trabajo.
Siempre hagas lo que hagas te van a criticar.
Yo soy mamá soltera y siempre tuve que trabajar , dejando a mis hijos en guardería y en casa con una empleada, pero muy presente en su crianza. Hoy ya son adultos y gracias a Dios y a ver el proceso como me tocó , son 2 jóvenes con valores responsables en su vida laboral, de estudios y en la vida en general.
Qué bueno escuchar de madres reales cómo lo hacen ellas, ver que todas, sea cual sea nuestra situación, deseamos en realidad darles lo mejor, y cuando ese es nuestro propósito, criamos a hijos con valores y responsables, al final esto es lo que más cuenta. Muchas gracias por tu testimonio realista y sincero, María Alejandra! Un abrazo grande
Hola Masha, qué duro todo lo que cuentas y conociendo tu gran sensibilidad puedo imaginar lo que ha supuesto para ti esta crítica y otras como bien nos cuentas. Y me alegro que lo compartas porque para las que llevamos todavía poquito en este mundillo nos pone en guardia acerca de este tipo de situaciones que se nos pueden presentar.
Coincido que contigo qué” vidas más tristes” y yo añadiría y qué aburrimiento deben padecer estas personas que se dedican a juzgar las vidas ajenas diciendo verdaderas estupideces, escudándose en su “necesidad de decirlo” y se quedan tan anchas.
Siento indignación de que alguien sin conocerte, porque la verdad es como dices, no tiene ni idea de por todo lo que has pasado y cómo es tu vida, se atreva a hacer este tipo de juicios sobre ti y más siendo mujer, me resulta más complicado de entender la falta de empatía y comprensión y estando además en el mundo del desarrollo personal.
Como dices cualquier postura radical nos lleva a la separación. Qué triste es vivir en un mundo en el que te juzgan por la manera de criar y educar a los hijos, por elegir un estilo de vida, por pensar diferente.. no somos conscientes de cuanto nos alejamos de nuestra verdadera esencia de amor. Alimentamos el Ego y sus miedos y una sociedad que se nutre del dolor, la envidia, los celos, la ira y genera día tras día más de los mismo.
Ojalá estos trolls que se atreven a dar lecciones moralistas, tengan en algún momento un pensamiento de consciencia, de despertar, de cuestionarse su actitud frente a los “otros” que ven como diferentes. Preguntarse antes de opinar, comentar, juzgar si con ello van hacer daño a otras personas y el sentido que les da hacerlo, si te engrandece como persona o muestra tu parte más oscura, que quizás necesitas trabajar. A este mujer le diría que se pregunte ¿Qué parte de mí necesito trabajar para que las decisiones de….la vida de….lo que hace me afecte y necesite decírselo? ¿para qué? ¿qué pretendo? ¿realmente la voy ayudar? ¿qué quiero lograr con ello?¿me va hacer sentir mejor expresar ésto?¿qué parte de mí se va sentir bien juzgándola?¿de verdad me siento ejemplo de…para juzgar la vida de…para cuestionar?¿en qué medida conozco su vida, sus emociones, sus problemas, su forma de ser para creer que lo que hace esta bien o está mal?…
Gracias Masha una vez más por abrir tu corazón, por tu honestidad y valentía, por ser ejemplo para mí y para muchas personas a los que nos ha ayudado y somos conocedoras y grandes beneficiadas del gran trabajo que desarrollas, además de tu humanidad, sencillez y calidad humana. Un abrazo
Gracias de corazón, Irune! La verdad has planteado grandes preguntas que le podríamos hacer a esa persona o cualquiera (incluso nosotras mismas) en el momento de querer juzgar o criticar a otra persona. ¿Qué buscamos, qué ganamos, para qué lo hacemos? ¿Es Ego o es Alma el que nos está hablando? Recuerdo cuando acababa de dar a luz y mis niñas no se enganchaban al pecho y yo no producía leche aún, tu comprensión que me mostraste por teléfono, tu apoyo y cariño. En ningún momento me sentí juzgada por el hecho de que quizás no pudiera darles pecho, aunque lo deseara, y gracias a la empatía de personas como tú o la amiga de tu parte que me llamó, lo conseguí. Pero tanto este tema como la crianza de los hijos y todo lo demás está sometido a un debate público constantemente, donde las mujeres somos las que salimos peor paradas, porque se supone que debemos ser perfectas en todo y llegar a todo: madres, trabajadoras, mujeres, etc. Gracias por regalarnos tu luz. UN abrazo enorme, preciosa.
Hola, Masha! La verdad es que desde mi punto de vista que, como sabes, no tengo hijos aunque me hubiera gustado, me resulta muy difícil ver que alguien que se dedique al desarrollo personal pueda hacer esos juicios. No entiendo, en primer lugar,la falta de respeto (lo que tú hagas con tu Vida es decisión tuya y nada le da derecho a decirte lo que tienes que hacer) y lo que es ya la repera es que se atreva a decirte mala madre por llevar a tus hijas a la guardería…(pocas madres buenas habrá hoy día que se puedan permitir no trabajar y tener a sus hijos en casa) y, encima sin conocerte.
Por otra parte, visto desde otra perspectiva, quizá, en el fondo, necesitabas ese ‘golpe’ para reafirmarte y convencerte a tí misma de que estás haciendo lo mejor en estos momentos. A veces nos quedan dudas si, realmente, estamos haciendo bien y tiene que venir alguien a tocar a la puerta para darnos cuenta de que estamos actuando desde el Amor. Si alguien puede poner en duda el Amor que le tienes a tus hijas, que os eligieron como padres… tiene un problema porque, si no quisieras lo mejor para ellas ni siquiera te hubiera molestado el comentario. Gracias a Dios, tú si que eres capaz de permitirte reconocer el enfado y continuar con tu Vida sin concederle valor a esos comentarios que, aunque parecen malintencionados (y probablemente lo sean), quizá sólo hayan cumplido la función de reafirmarte y espero que a la otra persona le haya dado la oportunidad de releer lo que ha escrito y tomar conciencia también de qué hay detrás de lo que ha dicho.
Desde luego, quienes tenemos la suerte de contar contigo y sentir el Amor que nos dedicas, no nos cabe la menor duda de que tus hijas son tu mayor tesoro y haces lo mejor para ellas. Un Abrazo enorme y Gracias por compartir tus experiencias que, aunque en este caso sea desagradable, nos ayudan a avanzar en el camino del crecimiento y a ser conscientes de la importancia del respeto.
Miles de gracias, Nuria, por tus hermosas palabras! Y por ese aporte tan valioso: efectivamente, ese golpe de reafirmarte en lo que haces, porque aún quedaban dudas, es algo a veces necesario, aunque nos duela o venga de manera menos agradable. ¿Quién ha dicho que la vida ha de ser agradable siempre? Precisamente las sombras y lo menos agradable nos enseñan muchísimo de nosotros y nuestra relación con los demás. Me encantó verte en la sesión ayer, qué penita que no pudiéramos charlar, espero que en la del domingo sí. Abrazos!
Hola Maria.
Te sigo desde hace tiempo y agradezco tu tiempo y dedicación. Te escribo porque me ha sorprendido que la gente tenga, no sé, si es mala educación, envidia o insatisfacción juzgando y opinando de esta forma. A veces, las redes sociales sacan lo peor de cada uno.
Fuerte abrazo.
Y tanto, Gloria. Las RRSS como hay cierto anonimato, pues parece que podemos decir lo que se nos pase por la cabeza. Seguro que de tú a tú no nos atreveríamos a tanto. En fin… Mil gracias por pasarte por aquí y dejar tus palabras!
Es sorprendente que además sean casi siempre otras madres (espero que al menos fuese madre para atreverse a opinar) las que critiquen con tanta fiereza. Cada familia es un mundo, muy complejo y con necesidades muy distintas. Desconocemos la esfera privada de los demás padres y por eso no podemos juzgar las decisiones que toman. Ambos padres sois emprendedores, no entra ningún sueldo por cuenta ajena, y criar un hijo, no digamos ya dos, absorbe por completo todo tu tiempo y energía. Es maravilloso y agotador y en la mayoría de los casos incompatible con intentar trabajar el tiempo necesario para sacar adelante un negocio. Los niños están mejor con los padres, seguro. Pero los padres necesitan trabajar. Y vosotros habéis hecho lo indecible por tenerlas con vosotros hasta los 15 meses, que es mucho más de lo que se pueden permitir la mayoría de los padres. No es a otras madres a lo que hay que criticar. Es a un sistema que obliga a reincorporarse a una madre a los 4 meses y medio de haber parido cuando la OMS recomienda 6 meses mínimo de lactancia materna. Y también hay madres que aún pudiendo, no quieren quedarse en casa porque se deprimen o echan de menos su trabajo y buscan la opción que les venga mejor. Y bien está. Madres felices crían hijos felices y no todas necesitamos lo mismo. Ya está bien de intromisiones y de tiranías. Sois tan buenos padres como personas. Y las mellis una maravilla!
Qué alegría verte por aquí, Alicia! Justo ayer decíamos con Carlos que a ver cuándo nos vemos, ya que estáis en Madrid. Pues tienes toda la razón: en lugar de criticarnos las madres deberíamos sentir compasión y comprensión las unas por las otras. Y coincido totalmente con el tema de la conciliación en España, 4 meses y pico no es nada. Yo sigo dando pecho a las dos y no me veo capaz de ausentarme por más de 6-7 horas de ellas. Y eso que ya tienen 15 meses. Pero efectivamente, respetemos a todas las madres: las que crían a hijos en casa y las que las dejan en la escuela infantil. Porque cada familia es un mundo y no somos quién para juzgarles. Gracias infinitas por tu apoyo y cariño. Un abrazo grande y espero vernos pronto!
Hola María! Excelente post! Tan humano y tan cierto. Nadie nos enseña a ser padres pero luego de criar a dos maravillosos pequeños grandes hombres solo puedo decirte que no existe tarea o desafío mas complejo en esta vida y más lleno de satisfacciones y emociones de todo tipo y color.
Nadie tiene derecho a juzgar, cada madre/padre tiene esa sabiduria interna que llega desde lo mas profundo donde sabe lo que es mejor para sus hijos en cada momento y para mi sea lo que sea será PERFECTO. Porque en esta vida todo es simplemente perfecto, aún lo que viene a mostrarnos dificultades porque nos fortalece, aun los sentimientos de culpa, frustación, enojo… porque tambien nos hacen accionar para aprender a gestionarlos.
Exponerse es dar lugar a que otros opinen y es parte del crecimiento como comunicadores y como seres humanos. Generar este dialogo con otros sin duda ayudará a muchas otras madres en la misma situación y eso ya genera valor en el mundo.
Gracias por compartir!
A ti por lo que compartes Grace. Efectivamente, incluso lo malo nos fortalece y nos enseña. Así que después de todos vuestros comentarios, sólo me queda agradecer a la maestra vida por darnos la posibilidad de crecer, aceptar y aprender. Un abrazo grande!
Hola Masha,
Este post me recuerda un mensaje que recibí hace unos meses donde preguntaba: «si vas caminando con una taza de café en la mano y chocas con una persona, ¿por qué le derramas encima el café?» La respuesta es simple: porque era lo que contenía la taza. En tu caso, la taza es nuestro interior , y dependiendo de lo que tengamos dentro será lo que derramaremos. Con su mensaje podemos ver claramente qué tan ligero o qué tan espeso es el café de esta mujer.
Admiro tu posición, y créeme que es la correcta. Una mujer como tú, evolucionada y con claridad de la vida que quiere para ella, para sus hijas y su pareja, y con claridad de lo que es más conveniente para todos en el ahora y para el futuro, no puede desplomarse porque le manchen de semejante café, teñido por frustraciones y miedos ajenos.
Tú tranquila, mantente firme en tu posición y créeme, que estos comentarios solo te hacen ser más fuerte ante las críticas.
Un abrazo,
Mariel
Mil gracias Mariel! Qué curioso además que justo estés en el reto de juicios en el curso SelfCoaching y ayer habláramos de este tema en la sesión. Si es que todo se alinea para enseñarnos los unos a los otros. A mí me viene genial conectar con personas como tú que no tienen problema de gestionar las críticas o mostrar su enfado. Tengo mucho que aprender de ti y de personas como Pamela, así que gracias por estar al otro lado! Un abrazo, bonita!
Debo hacer un suspiro antes de comenzar a escribir este comentario. Las críticas, como me cuesta asimilar una crítica negativa, todavía no me he acorazado lo suficiente como para reaccionar de manera magistral como tú lo has hecho con este post. Bien sabes que soy madre de mellizos que ya tienen 26 meses y no hay un solo día en el que no haya sido agotador físicamente, económicamente, emocionalmente… Como madre sé que es difícil, como emprendedora lo es aún más, y duele cuando una madre critica a otra madre, duele cuando te juzgan sin ni siquiera conocerte, pero como bien dijiste, es parte del proceso, nos exponemos a diario con nuestros proyectos y dejamos en evidencia aquellas carencias que nos llevaron a tomar el camino del desarrollo personal, somos mujeres que nos gusta ayudar a otras mujeres, y lo hacemos a partir de la experiencia y de aquellos párrafos que han marcado nuestras vidas, a través de tanta teoría de crecimiento personal que hay en nuestras cabezas y corazones, no a todos le vamos a gustar, y que bien que así sea, y cuando entiendes esto, la crítica duele menos, aunque duela. Un abrazo.
Gracias Eliana! Pues no te creas, al principio no sabía cómo gestionar esa crítica, pero hice bien en no actuar en caliente, sino esperar y luego decidí publicar este post, ayudándome a mí misma a asimilar lo ocurrido y además compartiendo con los demás. Así que creo que poco a poco aprendemos de todo, y si se diera el caso, tú también actuarías de una manera adecuada. Como ves, esta vez traté de no ser impulsiva y me fue bien ;) Un abrazo bonita y sé que como mamá de mellizos me entiendes perfectamente. Es agotador no, lo siguiente!
Maria!!! pero qué cosas que haya gente que escriba sólo para fastidiar y de lejos se ve su envidia y su insatisfacción. o respeto a todo tipo de madres, yo soy una madre que trabaja con 2 hijos, estoy casada y aunque mi esposo y yo somos un muy buen equipo y nos va relativamente bien, no dejaría de trabajar nunca, porque finalmente mi trabajo es una expresión de mi desarrollo propio personal y creo firmemente que antes de ser madre soy mujer, y si quiero transmitirles a mis hijos el desapego y el luchar por tus sueños a la par de tener una vida mejor ésta es mi manera de hacerlo, no digo que sea la mejor pero es algo, creo que muchas de las mujeres que critican esto definitivamente es que sienten la envidia de no hacer por ellas mismas lo que nosotras las mujeres que trabajamos fuera de casa hacemos. Y tampoco critico a las mujeres 100% amas de casa por que si esa es su pasión entonces que la vivan. Vive y deja vivir dicen! Me encanta lo que escribes, cómo lo escribes, me siento muchas veces muy identificada contigo, me da pena decir que sólo he aprovechado lo gratuito pero creo firmemente en remunerar tu trabajo algún día. gracias por todo y ánimo!
Hola Paty, tienes toda la razón. Seamos amas de casa o profesionales trabajando fuera de casa, si es nuestra decisión personal, nadie tiene derecho de juzgarnos. Es nuestra vida y nuestra realidad, y seguramente todas lo hacemos lo mejor que podemos por nuestra familia. Me parece muy revelador tu testimonio. Muchas gracias por escribirme y leer lo que escribo, da lo mismo si es gratuito o no. Yo valoro muchísimo que dediques tu valioso tiempo en leer mi blog o mis correos, porque formas parte de la misión que tengo! Gracias!
Maria, no solo es razonable que envíes a tus hijas a la guarde, como verás en el siguiente estudio, es bueno para ellas.
https://www.educacionyfp.gob.es/inee/dam/jcr:c168ba08-5661-47d4-81c9-814f588e6498/dthidalgo.pdf
Está empíricamente demostrado que un acceso educativo temprano (y por tal se entiende por debajo de los tres años) mejorará su rendimiento escolar y con él las posibilidades de éxito académico. Con mucho cariño en casa y una buena formación en el cole tus hijas serán tan felices como deseas. No hagas caso de las críticas cuando son infundadas. Gracias por tu sinceridad y la ayuda que nos prestas.
Un abrazo. Rosario
Muchas gracias, Rosario. Es muy interesante ver la otra postura y darnos cuenta de que la educación temprana también tiene ventajas. De hecho, mis niñas se muestran mucho más espabiladas desde que empezaron la escuela, en menos de un mes ya saben comer con cuchara ellas solas (se manchan sí, pero hasta ahora ni me lo había planteado), parlotean, se fijan cuando canto canciones en inglés porque en la escuela les cantan en inglés también, etc. Yo también soy una niña que fue al jardín de infancia y sé que de alguna manera influyó positivamente en mi capacidad de socializar en las primeras etapas de mi vida, aprendí a compartir, a ceder, a escuchar a los demás, etc. Sí, el carácter influye, pero también hay muchas cosas positivas que pasamos por alto. Si además la escuela comparte tus valores, y la educadora que tienen te genera confianza y buena vibración, pues mucho mejor. Un abrazo guapa!
Justo hace unos días me atacaron personalmente alguien que no se ni la cara que tiene.
Como sabes soy catalana y últimamente hay mucha controversia con el tema de la independencia, los presos,… en fín ya sabes de que te hablo.
Si algo me molesta especialmente es la manía que tiene mucha gente con el adoctrinamiento en las escuelas.
Sí en las escuelas se enseña en catalán cierto y también se enseña castellano y no hay ningún tipo de adoctrinamiento político por mucho que gente ignorante se empeñe.
A raiz de esto publiqué en mi muro un articulo de como funcionaban las instituciones “ educativas” en tiempos de Franco. Aquello si era adoctrinamiento , incluyendo torturas y muchísima crueldad.
La intención de compartir este artículo era dar a conocer lo que es adoctrinamiento.
Solo tuve una replica, que no tenía nada que ver con el artículo directamente me insultaba que era un fraude que iba de terapeuta, no soy terapeuta y jamás he dicho que lo fuera soy Coach y me anuncio como tal. Que ni siquiera debía tener el Graduado Escolar. Siento disgustar a esta señora pero resulta que sí tengo el graduado escolar, además un FPII en Jardín de infancia, una Diplomatura en trabajo social por la Universidad de Barcelona y un máster en Coaching con PNL y otro en Coaching Estrátegico como bien sabes.
Sencillamente borré los comentarios
Si me replicas el artículo por que no te gusta o no estas de acuerdo y me argumentas unas razones puedo compartirlas o no pero ante todo las respetaré, pero ¿ atacarme personalmente sin ni siquiera saber quien soy?
Me parece de una ignorancia galopante.
Ah! Y también me dijo que era fea, además en mayúsculas que quedara claro.
¿ Se puede ser más infantil?
Y respecto a la escuela infantil si es un buen centro y las educadoras tienen el cupo que les corresponde te digo por experiencia propia como educadora que las niñas se lo pasan muy bien y además aprenden cosas distintas a las que aprenderían en casa.
Me parece mucho más pernicioso la crianza a base de móvil y tablet y la comodidad de mamá antes que el desarrollo sano del hijo. Que de esto también hay mucho.
Un abrazo Marsha!!
Y ya sabes solo se critica a los grandes
Hola guapa! Pues vaya, siento mucho que tú también hayas tenido que vivir un episodio de estos… La verdad es que hay ciertos temas como la política o religión o crianza de hijos que generan mucho conflicto a las personas, imagino porque son temas que marcan nuestro yo más profundo, nuestra identidad. Y entonces salen auténticos monstruos de nosotros… Una cosa es compartir o no tu postura y ser capaz de dialogar de manera educada, y otra muy distinta es atacar, juzgar o incluso burlarse de la persona sólo queriendo causarle daño. A mí comentarios que ya rozan en el absurdo donde se cuestiona nuestro físico me parecen totalmente ridículos y muestran la poca estima y respeto que se tienen esas personas que nos atacan. Por eso es importante hablar de ello, y mostrar al mundo que este no es el camino. Yo a trolls así los bloqueo directamente y a veces hasta reporto a Facebook. Si lo hacen con más gente, igual les cierran la cuenta, aunque abrirán otra imagino. Y sobre la escuela, gracias por dar tu opinión profesional, lo valoro mucho, porque efectivamente parece que las escuelas infantiles están siendo demonizadas por las nuevas corrientes y no tiene por qué ser así ni ser así siempre. Un abrazo guapa! Muchas gracias por compartir!
Hola María!
Está muy bueno el artículo. Dice muchas cosas que me planteo. Ya que quiero empezar en el ámbito del desarrollo personal, y tengo esos miedos de «si no sos psicóloga», «todos los coaches son vende humo», «los decodificadores biológicos son mentira», y demás. También con cuanto cobrar, que si te aprovechás, etc. Me sirve mucho leer eso. Gracias.
Con respecto al tema de las niñas y niños y las guarderías. Estoy de acuerdo con vos. Una madre y un padre, necesitan tiempo para hacer otras cosas, trabajar, pero aparte necesitan tiempo para estar solos, sin los niños, conectar con otra parte. Porque aunque los amemos y nos amen, nos estresamos. Y ellos y nosotras nos necesitamos libres, alegres, contentos, haciendo otras cosas. Y los niños se divierten, juegan y aprenden otras cosas con otras personas.
Sí estoy de acuerdo en el contacto, y colecho y demás cosas, todas hermosas, y que además transmiten mucha confianza. Pero también en que todo eso es dependiendo de las posibilidades y la vida particular de cada uno. Y que llega un momento en que hay que separarse un poco y mandarlos a jugar con otras personas.
Yo tomo lo que quiero y puedo de los expertos y lo integro con lo que quiero y puedo de mí.
Gracias por tu artículo.
Clara
Me sirvió mucho.
Hola Clara, muchas gracias por tu mensaje. En cuanto a las creencias sobre biodescodificación, yo siempre les digo a mis alumnas: lo que la gente busca no es un título oficial de psicología (hay buenos y malos psicólogos, como todo en la vida, un título no te da calidad sin más), la gente busca solucionar sus problemas. Y si la solución viene a través de terapias alternativas, bienvenida sea. Yo personalmente, logré mi deseo más preciado: ser madre, gracias a desbloquear traumas de mi infancia o incluso de mis antepasados gracias a la descodificación biológica y trabajo con mi árbol familiar. la persona que me trató no es psicóloga pero le estaré eternamente agradecida porque mis problemas de salud se fueron y logré concebir y dar a luz a mis dos hijas. Piensa en el resultado de lo que ofreces, en la cara de felicidad de la persona que trabaje contigo y olvida todo lo demás. Cuando tienes un conocimiento que puede transformar vidas, no usarlo es en el fondo ser egoísta y pensar más en tus miedos que en ayudar a los demás. Así que ya sabes, adelante!
Hola doctora,
Yo no le diré «pobrecita», yo le digo algo que puede parecer duro: «Se lo merece» y no porque crea que la señora del correo tenía razón, sino porque sé que estas situaciones, lejos de apartarla de sus objetivos, la acerca más a ellos. Por favor no malinterprete mi postura. La apoyo en la decisión que ya ha tomado. Pero es que, como dice usted misma, las críticas deben afrontarla y tomar decisiones frente a ellas, y eso le permite crecer, no solo en lo personal, sino también en lo profesional. Usted me preguntará: ¿Entonces porqué dices que lo merezco? Pues porque pienso que nadie le tira piedras a un árbol sin frutas. Le digo lo que hago cuando me critican: me evalúo para saber si estoy haciendo bien o mal las cosas. Si encuentro que las hago mal, hago correctivos y es una experiencia que luego utilizo para ayudar a otros; pero si bien, entonces me reafirmo en ello, doy gracias y sigo adelante..
Saludos desde Barranquilla, Colombia.
Juan Avendaño
Coach en proceso de formación
Hola Juan Carlos. No soy doctora jeje, por ahora, sólo licenciada. En todo caso, agradezco el mensaje tan directo. Es lo que comentas: el mensaje me dolió porque yo no estaba al 100% segura de la decisión que tomé, porque aún había algo de culpa o miedo en mí. Y gracias a esa crítica logré cambiar mi parecer y empezar a verlo con otros ojos. Efectivamente, necesitaba ese mensaje, esa crítica y sé que gracias a ello, hoy me siento mucho más segura y confiada con mi decisión. Un abrazo desde España y muchos éxitos en tu formación!
¡Hola María!
A lo largo de mi vida he trabajado con niños de diferentes edades en diferentes países. Soy la madre de hijo único de 7 años. A los 10 meses lo deje conscientemente en la guardería con el objetivo que se socialice con otros niños. No tengo remordimientos por ello y nunca los he tenido. Los niños son seres vivos que merecen tener estos ratos con otra gente aprendiendo algo nuevo. Se benefician ambas partes: los padres y los hijos.
Soy un objeto constante de las críticas desde su nacimiento por llevarlo de viajes, por hablarle y enseñarle 3 idiomas jugando, por dejarlo en la guardería a los 10 meses siendo ama de casa, por saltar con mi hijo en los charcos en el parque cerca de casa, disfrutándolo hasta los 6 años; por dejar ensuciarse jugando con arena y agua en el parque, por dejar en el comedor escolar (para que aprenda comer de todo) y por enseñar leer en español a los 3 años, por enseñarle leer en inglés y trabajar emociones a los 4, por enseñarle leer en ruso a los 5, por enseñarle el ritual pedir el perdón y perdonar antes de dormir, por enseñarle gestionar su pequeña paga (los gastos y los ahorros) a los 6, por soltarlo haciendo las tareas sin controlar si las ha hecho o no (acudiendo a las tutorías). Por empezar a aprender otro idioma, visualizar y respirar correctamente.
Han pasado muchos años. Me siguen criticando y yo sigo con mi vida, criando a mi hijo lo mejor que puedo.
Este verano, cansada ya de tantos años de crítica, me confesaron 2 personas que lo hacen por envidia. Porque lo que más deseen es ser como yo. ¿En serio? No sabía si alegrarme por ello o echarme a llorar por sus comentarios sarcásticos durante años y años.
Si te critican otras personas, traduce su mensaje del idioma de la envidia: ¡Ojalá, ser como tú!
No tienes que dar explicaciones a nadie. ¡Vive tu vida y disfruta! ¡Escucha tu corazón!
Un saludo.
¡Queridos padres!
Al dejar vuestros hijos en la guardería no tenéis porque sentiros ni malos padres ni tener remordimientos por haberlo hecho. Existen mamas que al dejar sus hijos, se ponen debajo de la ventana pasando allí un par de horas para escuchar si llora o no.
Los niños lloran al entrar, al salir, por sus frustraciones o cansancio. Es normal. No son los robots. Cuando ya están todos juntos se calman y ni se acuerdan de vosotros hasta veros llegar por la puerta al recogerlos. Os lo puedo asegurar. Algunos niños inseguros o a los que sus padres amenazan dejar en la guardería si se portan mal, preguntan si sus papas van a venir a recogerlos. Una vez les dices: “Sí, claro cariño. Los papas van a trabajar un rato mientras te diviertas aquí y luego todos nosotros iremos a nuestras casas.”
Vosotros mismos les transmitís vuestra ansiedad por la separación junto con la culpa por haberlo hecho. Dejad las culpas, no sirven de nada. Antes de llevarlo explica que hoy necesitáis ir a trabajar y en casa no habrá nadie para estar pendientes de ellos. Que mientras vosotros trabajáis, ellos pueden pasarlo bien con otros niños jugando, divirtiéndose y aprendiendo algo nuevo. Esto les dará la seguridad que sus papas confían en las educadoras y en ellos. Y por supuesto, cada vez decirles que al terminar el trabajo vais a venir a recogerlos. Ellos también necesitan estos ratos sin papás para aprender a relacionar con otra gente. Vosotros por mucho que los amáis no podéis sustituir éste tipo de experiencia con otros niños de su edad.
No importa si es un bebé o un niño que tiene más de 3 años. Aunque no comprenden las palabras lo comprenden en nivel de vuestras vibraciones.
No hagáis una tragedia por dejar a los peques sin vuestra atención unas horas. Es mejor animarlos antes de salir, pidiendo que os enseñan lo que han aprendido hoy. Así estarán más animados y centrados en lo que hacen para enseñárselo a sus padres. Y vosotros estaréis más tranquilos haciendo lo que hacéis.
¡Animo a todos los padres y que seáis agradecidos por tener vuestros trabajos!
Millones de gracias por este mensaje tan claro, Ali! Logré entenderlo con el paso de las semanas. Al principio me sentía fatal, incluso lloraba cuando volvía a la casa vacía sin ellas. Pero ahora ocurre exactamente lo que tú dices: lo pasan bien ahí, tienen muchas actividades, cosas que no harían en casa como pintar con las manos o jugar con gelatina de colores… eso entre otras muchas cosas. Así que gracias de nuevo por este mensaje, es lo que me hubiera encantado leer los primeros días de la guardería, porque me haría sentir mucho mejor. Desde luego son nuestros espejos, y tal como nos sentimos, ellos se sientes. Gracias de corazón!
Hola María!
En un principio te doy las gracias por tu generosidad. Encontrarme todas las mañanas en mi casilla con tu nombre y tus múltiples entregas, bellas, profundas, que hablan de mucho trabajo, me alegran el día y me acompañan. Estoy tan lejos y tú te acercas y nos acercamos.
Yo viví algo parecido. me separé porque no tuve otra alternativa y no fui comprendida por mi familia en general. de manera que dos hijos chiquitos, el camino era trabajar. Además estudié mientras los criaba. Hoy son dos hombres de bien y nos amamos y me dieron nietecitas. Yo sigo trabajando, también por mi cuenta, soy Psicóloga Social y Mediadora. Acompañar a las personas a crecer es mi dicha. También necesito siempre quien me ayude en el camino. Una buena noticia haberte encontrado. Seguiremos en contacto así y quizás de muchos otros modos posibles. Gracias y sigue así. Tu perseverancias se destaca. Un abrazo.
Wowww, ¡¡qué bellas palabras!! Gracias por compartir tu experiencia. Qué bella profesión. Es precioso ayudar a crecer a las personas, así que por ahí tenemos algo en común. Es un trabajo maravilloso. Gracias por seguirme. Me encantará seguir sabiendo de ti. Un abrazo!
Hola María
No había leído este post. ¿Qué puedo decirte? Te entiendo perfectamente en todo, te mando un abrazo y mucha fuerza. y sí, lo interesante de esto, es preguntarse: ¿Qué me está diciendo de mí misma el hecho de que me duela?
Muchas gracias por compartir, siempre es un gusto leerte
Muchas gracias guapa por tus palabras. Efectivamente, es así como dices. Todo tiene un aprendizaje. Un abrazo guapa!
Como dice Grant Cardone: aunque el sentimiento que provocan las críticas no es el mejor del mundo, este es una señal de que vas camino al éxito.
Hola María. Me imagino como te sentiste… Estoy de acuerdo con lo dices, con tu postura. Principalmente en que nadie debe juzgar a nadie sin saber su situación real de vida… (y aún así debe ser humilde al emitir juicios). Lo único es que yo en tu lugar hubiera evitado dar detalles de la misma. Hay gente que también le gusta averiguar la vida de los demás. Cada quien tiene derecho a tener su privacidad, pero también es libre de decir hasta donde quiere. Respeto tu trabajo. Gracias por todo los conocimientos que compartes y sigo aprendiendo.
Gracias por tu comentario Evelyn. Te lo agradezco muchísimo. Todos seguimos aprendiendo en este camino. Abrazo grande!