¿Resistencia al cambio? Cómo identificar los bloqueos que te están paralizando

¿Sientes que hay un bloqueo importante en tu vida, sea a nivel personal o profesional? ¿Sueles resistirte al cambio? ¿El cambio te da miedo? Entonces no te pierdas este magnífico artículo de la mano de una invitada muy especial para mí.

Se trata de Alicia González, una gran profesional del desarrollo personal, organizadora de magníficos eventos, alumna de mis programas y cursos pero ante todo, una gran amiga. Alicia es la creadora del proyecto Abrazando el cambio, que tuve el honor de mentorizar en su creación (y digo honor, porque me sentí privilegiada cuando Ali confió en mí no solo como amiga, sino también como profesional).

Alicia es una de las personas más sensibles y humanas que conozco. Un ser de luz que derrocha amor por los cuatro costados. Y además una mujer con las ideas claras. Su misión es apoyar a todos aquellos que se bloquean ante el cambio, porque ella misma lo vivió en primera persona.

Una experiencia traumática que comparte en este artículo, hizo click en ella tras un largo duelo, y fue entonces cuando Alicia decidió dar un cambio a su propia vida. Salió de viaje y se transformó. Desde entonces no ha parado de compartir sus aprendizajes en su anterior blog, Creciendo entre mochilas, y ahora en su nuevo proyecto profesional dedicado a la gestión de procesos de cambio.

Si tienes la oportunidad de tenerla cerca, conversar o trabajar con ella o al menos leer lo que escribe, te aseguro que aprenderás muchísimo de ti. Y sobre todo percibirás esa energía dulce y a la vez potente que desprende todo lo que ella transmite. Sin más, te dejo con un artículo muy real donde Alicia comparte contigo cómo puedes identificar esos puntos de bloqueo que te están paralizando.

Cómo identificar los puntos de bloqueo que te están paralizando

Quiero un cambio. ¿Te suena esta frase? Posiblemente haya aparecido en tus pensamientos más de una vez, ¿cierto?

También con bastante probabilidad ha salido de tu interior, de tu yo más profundo, y, en realidad, no le hayas hecho demasiado caso, por resistencia al cambio, miedo a la incertidumbre, falta de confianza en ti, temor al qué dirán o por alguna de la centena de razones posibles.

En este post voy a hablarte de lo que he aprendido y llevo observando durante años como facilitadora de procesos de cambio y también como aprendiz de la vida porque, si de algo estoy segura, es que esas tres palabras no han brotado entre tus ideas así porque sí.

Mi experiencia personal

Antes de continuar este artículo, quiero compartir contigo algo muy personal.

Durante mi adolescencia pasé por la que, hasta el día de hoy, ha sido la experiencia más impactante de toda mi vida. El 30 de diciembre de 1999, Sara, una de mis amigas más cercanas y queridas, falleció junto con otro amigo en un accidente de moto.

A pesar de que quienes me conocen siempre destacaban de mí mi carácter alegre y positivo, este suceso me sumergió en una profunda tristeza y, sin duda, marcó un antes y un después en mi forma de entender y enfocar mi vida.

Tras el fallecimiento de Sara, necesité más de catorce años para gestionar lo que sucedía en mi interior. Durante todo ese tiempo me sentí totalmente bloqueada y me creía incapaz de pasar página.

Con los años, me di cuenta de que alargaba mi fase de duelo porque me sentía cómoda dentro del muro emocional que había construido a mi alrededor. Sentía tanto miedo a sentirme vulnerable que me resistía a cambiar mi situación, dejando pasar muchos años renunciando en gran parte a la estabilidad personal que todos anhelamos.

La importancia de tu para qué

Volvamos a las tres palabras del inicio de este post: quiero un cambio.

Si te fijas, esta frase refleja un deseo, una intencionalidad, pero no manifiesta en ningún momento rumbo ni dirección. Aunque pueda parecer una tontería, este matiz es mucho más importante de lo que a priori puede parecer.

¿Por qué? Porque, de forma general, el cambio se materializa cuando te motiva y cuando percibes que va a aportarte un claro beneficio en alineación con tus necesidades y valores esenciales.

Por otra parte, el cambio también se acelera cuando recibes un ultimátum por parte de alguien que te importa (aunque tal vez no sea igual de efectivo), o bien cuando asocias la necesidad de cambiar con cierta urgencia (es decir, sientes que el tiempo del que dispones para mejorar tu situación es escaso).

Hoy quiero invitarte a que, cuando te plantees algún tipo de cambio en tu vida, tengas en cuenta cuál es el objetivo o meta presente tras ese deseo de cambio (¿qué quieres y esperas mejorar?), ya que concretarlo te ayudará a conservar el foco durante todo tu proceso de reinvención, además de mantener la motivación incluso en los momentos más vulnerables del proceso.

El cambio como proceso

Desde nuestra infancia, nos han motivado a querer obtener resultados extraordinarios. Personalmente, no veo nada negativo en ello, siempre que no nos haga caer en un afán excesivo de perfeccionismo, que tan poco realista puede resultar a veces.

No obstante, sí quiero recordarte que, para que comiences a notar avances significativos en tu proceso de reinvención, resulta imprescindible perseverar y definir un plan de acción realista y motivador coherente con los recursos (formación, información, recursos económicos y materiales…) que dispones o puedes disponer durante tu etapa de cambio.

Por ello, siempre defiendo la idea de que toda reinvención personal o profesional debe tratarse como un proceso estructurado y sistemático que te permita acercarte a tu objetivo y no comenzarlo a la deriva sin tener un mínimo de ideas claras. ¿Ves la diferencia?

Cómo identificar los puntos de bloqueo que te están impidiendo avanzar

A continuación, voy a hablarte de los aspectos que más influyen en cualquier proceso de cambio. Espero que la información que comparto contigo a continuación te ayude a detectar qué es lo que actualmente te impide avanzar en la dirección que deseas.

El poder de las creencias

¿Alguna vez has prestado atención a cómo te hablas a ti mismo/a? Seguramente ya te habrás dado cuenta de que, por lo general, tú eres quien peor te quieres, así que, antes de seguir leyendo, quiero animarte a amarte más y mejor a partir de hoy mismo.

Para conseguirlo, el mejor comienzo es identificar aquellas ideas que has interiorizado asumiéndolas como ciertas, bien porque crees que se corresponden con la verdad o bien porque llevas años escuchándolas y/o te han convencido de que lo son.

Estas ideas son lo que conocemos como creencias y es muy importante prestarles atención porque reflejan tu percepción acerca de ti mismo/a e influyen de forma directa en tus acciones y en tu manera de enfocar tu día a día.

Para profundizar más sobre este tema y descubrir cómo puedes convertir tus creencias en pensamientos más positivos para ti, te recomiendo leer este fantástico artículo de Masha. No tengo ninguna duda de que te será muy útil.

El miedo: ¿enemigo o aliado?

¿Alguna vez has renunciado a algo o a alguien por miedo? Sí, ¿verdad? Esto nos ha pasado a todos en algún momento y creo que forma parte de la realidad de todo ser humano.

El temor a lo desconocido, a la incertidumbre o al qué dirán son tres de los miedos que se manifiestan con mayor frecuencia en cualquier proceso de cambio.

Y, por ello, me gustaría que te plantearas esta reflexión: ¿desde dónde te relacionas tú con el miedo?

Por experiencia propia te diré que el miedo ha sido y sigue siendo uno de mis principales motores de cambio.

Me da muchísimo miedo el no aprovechar plenamente mi vida, el no arriesgar y renunciar a grandes oportunidades sin tener por qué. También me da verdadero pánico construir una vida distinta a la que deseo para mí.

Me di cuenta de que estos eran los principales miedos que no quería empoderar y de que dependía exclusivamente de mí regalarles mayor o menor poder de influencia sobre mis decisiones.

Como siempre es más eficaz ocuparse que preocuparse, decidí convertirlos en mis mayores aliados y ponerme en marcha para construir una vida a mi medida, no limitada por mis miedos.

Di no a las excusas

Otro de los aspectos que más nos suelen bloquear y, por tanto, alejar de nuestras metas personales o profesionales es la recurrencia a las excusas para justificar nuestra falta de acción.

En mi opinión, las excusas son una forma más de procrastinar y de aplazar nuestro compromiso e implicación con aquello que supuestamente anhelamos.

En muchas ocasiones, inconscientemente recurrimos a las excusas cuando la meta de nuestro proceso de cambio no es lo suficiente motivadora, o bien porque no percibimos el beneficio que un cambio determinado puede aportar a nuestro día a día.

Si mis palabras tienen sentido para ti, te invito a hacer una parada para reflexionar al respecto y asumir la responsabilidad. Deja de procrastinar y de autoengañarte, y toma una decisión acerca de lo que estás posponiendo una y otra vez, siempre teniendo en cuenta cuáles son tus verdaderas prioridades.

¿Por qué? Porque el uso de excusas va a restarte bienestar y energía que seguramente te interesa más invertir en aquello que realmente sí sea motivador y valioso para ti.

¿Te animas a dar el paso?

Tú y la famosa zona de confort

Si llevas cierto tiempo invirtiendo en tu desarrollo personal, bien seguro ya habrás oído hablar de la popular zona de confort hasta en la sopa. Y no seré yo quien te diga «ey, salta a la piscina y sal de tu zona de confort». No.

Aun así, creo que sí resulta muy positivo y eficaz plantearte de qué manera te condiciona y limita el mantenerte en tu zona de comodidad, además de pensar en el «coste» que representa en tu vida.

Es decir, identificar cuál es la repercusión que tiene para ti elegir apegarte a lo conocido en lugar de tomar decisiones que conllevan cierto riesgo porque están asociadas a «terreno inexplorado». No hay respuestas correctas ni incorrectas, se trata de que realmente aceptes la realidad y tengas presente qué es lo que realmente deseas para ti en un momento concreto.

Identifica tus heridas emocionales

Las heridas y conflictos emocionales no resueltos del pasado también pueden aparecer en escena y bloquearte en tu proceso de cambio. Tal vez ya lo hayas vivido en alguna ocasión, ¿cierto? A mí también me ha pasado.

Inseguridades derivadas de relaciones tóxicas o de una sobreprotección familiar, un proceso de duelo no superado, baja autoestima fomentada por malas experiencias durante la infancia… pueden ser algunas de las razones que favorecen la indecisión y la falta de acción en cualquier proceso de transformación.

Para detectar este tipo de heridas, te recomiendo prestar atención a aquellas situaciones y patrones que se han ido repitiendo en varios momentos de tu vida, ya sea en el ámbito personal, familiar o profesional.

Una vez identificadas estas situaciones, es importante analizar el origen de estas heridas para poder sanarlas y seguir adelante resolviendo el conflicto de raíz. Si crees que lo necesitas, otra opción es recurrir a un profesional externo que te transmita confianza para que te ayude a profundizar en esta cuestión.

Para terminar… Un regalo para ti

Soy consciente de que identificar tus puntos de bloqueo puede no resultar una tarea fácil. Por esta razón, quiero regalarte la guía «7 claves para detectar los bloqueos que te limitan y superar tu miedo al cambio».

En esta guía encontrarás varios ejercicios prácticos y más información que te ayudará a descubrir qué te está paralizando en este momento.

Deseo de corazón que este artículo te haya aportado valor y te sea útil para alcanzar el cambio que deseas en tu vida.

Recuerda también que cuando tú cambias, todo cambia… Así que te animo a dar ese pequeño primer paso que suele ser la antesala de algo maravilloso. ¡Un fuerte abrazo!


Soy Alicia González, facilitadora de procesos de cambio, conferenciante y autora del proyecto Abrazando el Cambio. Tras invertir más de 14 años a mi propio autoconocimiento y a la superación del dolor que sentía tras la pérdida de varias personas muy queridas, actualmente ayudo a personas en situación de bloqueo a estructurar y gestionar su propio proceso de cambio, aportándoles confianza, claridad y foco para que consigan alcanzar sus metas personales y/o profesionales. Encuéntrame en Facebook e Instagram

7 comentarios

  1. Muchas gracias por este interesante post . Me gustaría saber como se afronta una situación que te llega de repente, una enfermedad que no se ira de ti, como puedo lograr sacar todo lo que llevo dentro y no puedo sacar. Hace 4 años me detectaron una enfermedad incurable, una enfermedad que tiene hoy en día más rechazo social que ninguna. Soy una persona muy positiva, pero esto me está superando, me he encerrado en mi misma, porque tengo miedos, porque he recibido rechazo de parte de mi familia, porque me he derrumbado y no se como cauterizar este miedo.
    Voy a una psicologa, pero no empatizo, no me hace hablar, o al menos gestionar de alguna manera que yo vaya sacando poco a poco lo que tengo.Perdona por este mensaje, pero no sé si me podrás indicar alguna idea.
    Muchas gracias
    Angeles

    1. Hola Angeles! Jo, qué duro lo que nos comentas. Siento en el corazón que estés atravesando algo así. Entiendo que un cambio tan difícil lo único que te hace vivir mejor esta situación es la aceptación y el amor incondicional hacia ti misma. El entorno por supuesto es muy importante pero si ves que no te apoyan, es esencial buscar un grupo de apoyo de personas que puedan entenderte y estar a tu lado. No sé si hay grupos de apoyo para la enfermedad que tienes, espero que sí. Por ejemplo en mi grupo de SelfCoaching que es un curso, hay una comunidad de personas increíblemente empáticas. Quizás más que psicólogo necesitas tener cerca a personas que te acepten como eres y estén a tu lado pase lo que pase. Un abrazo muy grande y ojalá conectes con las personas que te ayuden a salir de ese estado. Te recomiendo también leer a Louise Hay que también superó una enfermedad muy grave y a seguir a Sergi Torres en Youtube porque te hacen ver la vida de otra manera.

    2. Hola Ángeles,
      Siento de corazón lo que nos cuentas.
      Sumándome a lo que te ha respondido Masha, mi recomendación sería buscar alguna asociación de personas con tu misma enfermedad. Hablar de cómo te sientes con personas que están viviendo la misma experiencia puede ayudarte sin lugar a dudas a desahogarte y a sentirte más comprendida.
      Por suerte, hoy en día tenemos a disposición una gran cantidad de profesionales relacionados con el ámbito del bienestar que pueden ayudarte a canalizar y gestionar las emociones que estás sintiendo a raíz de tu enfermedad.
      ¿Has pensado en probar con otro/a profesional? Es importante que sientas cierta empatía con el profesional que has escogido y que, en cierta manera, te está acompañando en este momento.
      Por mi experiencia, también te diré que es en las circunstancias más difíciles cuando tomas mayor conciencia acerca de la importante de rodearte de las personas adecuadas. Esas personas son quienes te respetan, iintentan comprender tu situación y están ahí para apoyarte en cualquier circunstancia.
      Mucho ánimo, Ángeles. Te mando mucha fuerza y deseo de corazón que encuentres el camino que más te ayude a encontrarte mejor.
      Un abrazo.

  2. Hola que tal. Con respecto de la situación de Ángeles, todo mi respeto y solidaridad para ella. En esencia me sumo a los comentado por Masha y Alicia. Los grupos de autoayuda son buenos por el apoyo moral que brindan y el conocimiento de no estar solo con un problema que le es común a dicha comunidad, pero hay que aceptar también que no dejan de tenerte centrada en sus condiciones particulares. Por otro lado coincido con Alicia en la necesidad de sentirte completamente abierta con el profesional que desees te apoye, cada día cuenta en tu contra si sientes que no avanzas y si por la razón que sea no te sientes a gusto, sugiero también buscar otras opciones. Ahora bien, si tu problema no es netamente psicológico como lo deduzco, buscar opciones de terapias alternativas que pueden tener cabida no es descabellado. Te sugiero leer a autores como Bruce Lipton o Joe Dispenza entre otros, que pueden ampliar tu consciencia y darte un panorama distinto al netamente médico respecto del mal que te aqueja. Por último, sigue aferrada a tu actitud de guerrera ya que rendirse no tiene lugar en tu vida. Mis mejores deseos para ti. Un abrazo desde México.

  3. Una publicación muy interesante María, considero que cada persona, a lo largo de su vida, pasa por distintas etapas de cambio. Muchas de ellas las vivimos de manera natural e incosciente, en cambio, hay otras en las que necesitamos analizarnos y conocernos más, y tu post ayuda a seguir unas pautas cuando estás justo en ese momento, en el que en cierta manera te encuentras perdido, o no sabes como gestionarlo.
    Un saludo.

    1. Hola María!
      Soy Alicia González, autora de este post y compañera de Masha.
      Nos alegra mucho que el artículo te haya parecido interesante. Como dices, todos/as pasamos por situaciones de cambio a lo largo de nuestra vida e, independientemente de si el cambio es voluntario o no, pueden aparecer en escena emociones o creencias que no teníamos identificadas.
      Gracias de corazón por tus palabras, ojalá este post te ayude en esos momentos en los que necesitamos respuestas a nuestras preguntas.
      Un abrazo!
      Alicia

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