Cuando no te permites sentir la tristeza

Hoy voy a compartir contigo algo que descubrí hace muy poco sobre mí misma y pregunté a las lectoras de mi blog. Por qué no te permites sentir la tristeza. Cómo desbloquear tu relación con la tristeza. Y además te presento los 9 pasos para desbloquear tu tristeza, pasos que apliqué a mi caso personal y quiero compartir contigo.

Qué ocurre cuando bloqueamos la tristeza en nuestra vida

El otro día preparando una presentación para un webinar, traté de buscar fotos de mi pasado, mostrando el antes y el después en mi vida. Esas imágenes de cuando estaba triste, desolada, perdida, incomprendida, desarraigada… y no encontré ni una sola foto. En todas las fotos de mi pasado aparecía sonriente, feliz, contenta.

Porque nunca permití que el mundo viera mi tristeza, siempre la adornaba con sonrisas, con alegrías, con amigos, con viajes, con fiestas…

Huía de mí misma incansablemente. Buscaba distracciones y que nadie pudiese percibir mi dolor. Incluso a día de hoy a veces me encuentro con eso. No puedo pasarme el día entero en casa, tranquilamente trabajando, necesito cambiar de lugar, de espacio, que haya movimiento…

Por ello, quiero hoy hacer un ejercicio que me sirva a mí en primer lugar y a las personas que me leen, muchas de las cuales pasan por algo parecido.

9 pasos para desbloquear tu relación con la tristeza

Te invito a tomarte un tiempo, con un café o tu bebida preferida, y tomar un papel y lápiz para realizar este profundo ejercicio paso a paso. Estoy segura de que te va a resultar muy provechoso, si lo realizas de manera sincera.

1# Qué significa para ti la tristeza

Lo primero sería preguntarte: ¿qué es para mí la tristeza? No el significado del diccionario de la lengua. No lo que otros piensan que es. Sino lo que tú sientes al escuchar o pensar en la palabra tristeza.

Para ello nada mejor que conectar con ella. ¿Cómo? Cerrando los ojos y dejando que el efecto de la palabra tristeza penetre en ti.

Yo acabo de probarlo y es increíble lo que acabo de descubrir en cuestión de pocos segundos. He notado resistencia. Cuando me dejo sentir algo que no me gusta, en este caso tristeza, noto cómo mi frente se tensa, cómo estoy inconscientemente rechazando o luchando contra ese sentimiento.

No sé si te ha pasado a ti. No te dejes influir por mis sensaciones. Prueba las tuyas.

  • Cierra los ojos y repite esa palabra por dentro.
  • ¿Qué nace? ¿Qué suena?
  • ¿Qué ocurre con tu cuerpo?
  • ¿Alguna tensión en alguna parte del cuerpo?
  • ¿Algunas palabras asociadas a la tristeza?
  • ¿Quizás algún recuerdo desagradable?

No fuerces nada. Déjate fluir por ese estado, aunque no te resulte cómo o agradable como ocurre conmigo. Después si quieres anótalas, como estoy haciendo yo en este blog.

2# ¿Recuerdas tus momentos de tristeza?

Posiblemente al pensar en la tristeza, surja algún momento o varios en los que la sentiste. No sé si es auto-sugestión, ya que últimamente he estado trabajando con mi Niño interior a través de la autoestima, y al pensar en esa palabra «tristeza» me viene a la mente el hospital en el que estuve ingresada a los 5 años de edad, cuando pasé la hepatitis.

Una habitación blanca y amplia. Niños como yo en otras cunas con barrotes. Sensación de soledad. Desolación. Desorientación.

Es curioso, los niños de esa edad no se cuestionan las cosas. Sienten. Y eso es lo que siento al transportarme a través de mi tristeza a mi pasado lejano, a esa primera infancia y esa sensación de abandono y soledad.

Un niño no tiene recursos para manejar sus emociones. Encuentra sus estrategias propias. Es posible que la mía fue cancelar esta emoción porque era demasiado dolorosa.

Piensa si hay algún hecho doloroso en tu infancia o pasado que te hizo bloquear la tristeza. Si no descubres nada, no te preocupes. Tal vez no sea ahora el momento. Sigamos…

3# ¿Qué te está diciendo la tristeza?

Al hacer este análisis en tu caso personal puede que descubras que la tristeza para ti tenga que ver con otra emoción aún más dolorosa. En mi caso es el abandono, la desconexión, la soledad.

Y todo concuerda. La herida emocional del eneatipo 9 con el que me identifico es su miedo a la separación, fragmentación, desconexión. Por eso busca por todos los medios crear esa conexión en el ambiente, esa conexión con otros, esa armonía en la que todos están bien y contentos.

Ya tengo claro que tengo la tristeza bloqueada. Ahora la gran pregunta para ti: ¿qué hecho, qué situación, qué pensamientos, miedos, emociones asociadas están bloqueando que sientas la tristeza en tu vida?

Porque sentirla es inevitable. La tristeza es una emoción necesaria en la que hemos perdido algo importante. En mi caso perdí la conexión con mi familia al encontrarme sola en aquel hospital con gente desconocida.

4# ¿Qué ocurre cuando rechazas tu sentimiento de tristeza?

Me encanta cómo lo expresa Sergi Torres, del que estoy aprendiendo tanto en los últimos meses. Toda emoción es necesaria, es buena. 

¿Qué ocurre cuando rechazamos una emoción constantemente? Que estamos rechazando la vida, tal como es, nuestro mayor regalo. Al rechazar emociones estamos negando nuestra experiencia tal como se presenta, la experiencia que necesitamos para evolucionar.

Pero la vida es sabia. De acuerdo, nos dice, no quieres verlo ahora, te lo mostraré más adelante. Y así nos va trayendo de vez en cuando esas pildoritas envueltas en vivencias que nos hacen sentir esa tristeza y nos paralizan por unos instantes.

5# El eneagrama y la manera de reaccionar a la pérdida o decepción

Según el Eneagrama, los eneatipos 2, 7 y 9, que pertenecen a los llamados grupos armónicos, son los optimistas por excelencia del eneagrama. Suelen ver el lado bueno de las cosas y cuando suceden momentos desagradables o se frustran, suelen decir: no pasa nada, se arreglará.

Los grupos armónicos son interesantes para el trabajo de transformación porque nos dicen cómo actúa cada persona cuando no consigue lo que desea. Es decir, la forma fundamental como se defiende nuestra personalidad ante la pérdida y la decepción.

Los tres eneatipos (2,7 y 9) reaccionan al conflicto y a la dificultad adoptando, mientras les es posible, una «actitud positiva», reencuadrando la decepción de una manera optimista. Desean subrayar los aspectos positivos de la vida y mirar el lado luminoso de las cosas.

A estos eneatipos les cuesta encarar su lado oscuro; no quieren adentrarse en nada doloroso o negativo de sí mismos. Además, según cual sea el tipo, cada uno tiene dificultad para equilibrar sus necesidades con las necesidades de los demás. Los 2 se centran sobre todo en las necesidades de los demás; los 7 se centran en sus propias necesidades, y los 9 –o sea, yo– se centran en las de los demás y las propias, aunque la consecuencia suele ser que les cuesta satisfacer a todos.

6# Creencias asociadas a la tristeza

Ahora que ya tienes bastante información, especialmente a partir de momentos traumáticos, vamos a ver qué otras creencias tienes asociadas a la tristeza. Para ello simplemente escribe todo lo que se te ocurra en relación a la tristeza. Por ejemplo: “cuando me siento triste, pienso que…”, “cuando presiento que voy a entrar en un momento triste, hago…”

También para descubrir tus creencias, escribe lo siguiente: “Creo que estar triste es …”, “Cuando veo a alguien que está triste, pienso…”, “Cuando alguien está triste, quiero hacer lo siguiente…”

Como siempre te dejo con mis propios ejemplos, por si te pueden servir.

  • Cuando me encuentro triste, busco inmediatamente salir de ese estado haciendo algo diferente
  • Creo que estar triste es inútil, es una pérdida de tiempo
  • Si estoy triste, me siento poco productiva
  • Cuando estoy triste empiezo a pensar que nada tiene sentido
  • Cuando estoy triste llegan a mí pensamientos negativos de mí misma: no valgo, no sé hacer bien las cosas, etc.
  • Cuando veo a alguien triste, quiero ayudarle enseguida a que salga de ese estado, haciéndole bromas o ayudándole a comprender qué puede hacer para salir de ahí
  • Creo que estar triste es algo negativo
  • Creo que si estás mucho tiempo triste puedes deprimirte
  • Creo que estar triste es de débiles, los fuertes se sobreponen en seguida

7# Descubre tu actitud o patrón recurrente ante la tristeza

Después de hacer un análisis detallado de tus creencias y pensamientos alrededor de la tristeza ya tienes mucha información con la que trabajar, así que vamos a analizar cómo es tu relación con la tristeza.

  • ¿Qué haces exactamente cuando te sientes triste?
  • ¿Qué dejas de hacer?
  • ¿Cuánto tiempo duran tus episodios de tristeza?

Yo siempre he presumido que nunca estoy triste por mucho tiempo. Recuerdo cuando mi marido, novio en aquel entones, se marchó a Alemania a trabajar. Parece que se me estaba rompiendo el alma. Lloré como nunca ese día, tanto en el aeropuerto al despedirnos, como al volver a la casa vacía, con todas sus cosas. Pasé un día horroroso, de desolación, soledad absoluta, pérdida, tristeza, dolor, depresión y apatía…

Pero al día siguiente me levanté como si nada. Ya está. Ya había pasado lo peor y ahora pensaría en los billetes de avión que iba a comprar para ir a verle, en cómo me puedo mudar yo también a Alemania. Me apunté a clases de alemán, seguía yendo a clases de salsa, quedaba con amigos, familia, etc.

Algo parecido me pasaba con otras decepciones amorosas en el pasado. Me permitía estar una día muy mal pero al día siguiente me levantaba con fuerzas y presumía de mi capacidad de resiliencia. ¡Mirad qué fuerte soy! Nunca estoy triste más de un día.

Cuando veía a otras personas sumidas en depresiones, no las entendía. ¿Acaso no quieren disfrutar de la vida?

¿Significa todo eso que todo mi duelo lo vivía en un único día? Para nada. Es más, después de la marcha de mi novio, volvían a visitarme miedos, dudas, momentos tristes… Pero yo no me dejaba vivirlos. Los tenía bloqueados. Hacía miles de cosas: apuntarme a clases, ir a ver a los amigos, pasaba el menor tiempo posible sola en casa.

Además coincidió con la época en la que me independicé y vivía sola. ¡No era capaz de estar sola en casa un día entero! Me resultaba aburrido y triste.

Ah otra creencia que acabo de detectar: “estar triste es aburrido”.

8# Cambia tus creencias limitantes

Después de hacer un análisis detallado de tus creencias y pensamientos alrededor de la tristeza ya tienes mucha información con la que trabajar. Para empezar te recomiendo cambiar tus creencias sobre la tristeza. Repasa todo lo que has escrito hasta ahora y vamos a cambiarlo y demostrarnos que las nuevas creencias son tan válidas o más aún que las anteriores.

Algunos ejemplos:

  • Estar triste es útil y necesario, significa que estoy recuperando fuerzas y adaptándome a algo nuevo.
  • La tristeza puede ser productiva, porque te permite trabajar de manera más reposada y enfocada
  • Cuando estoy triste y pienso que nada tiene sentido, en realidad estoy conectando con la esencia de la vida, ya que es totalmente cierto: no entendemos el mundo ni sabemos para qué estamos aquí (Un Curso de Milagros, puedes ver gratis mis lecciones sobre el curso aquí)
  • Si estando triste pienso de mí de manera negativa, que no valgo, debo trabajarme esta parte de mí que posiblemente esté ahí bloqueada. Estar triste me permite detectar mis creencias negativas y cambiarlas.
  • Cuando el otro está triste, no soy quién para decirle que debe abandonar este estado, todos necesitamos sentirnos tristes alguna vez para asimilar cambios y despedidas.
  • Estar triste puede tener consecuencias positivas como hacernos más fuertes, reflexionar.

Cuando lo hagas, piensa en ejemplos reales donde estas creencias sean ciertas, tanto en tu propia vida como en las vidas de otros que conoces o has leído sobre ello. La próxima vez que sientas que huyes de la tristeza, relee las creencias nuevas. Trata de aprender de esta tristeza. Se puede teorizar todo lo que se quiera, pero la única vía de asimilarlo es experimentando la tristeza.

Mirarla de frente, como dice Sergi Torres. Observándola. Enfrentándote a ella y viendo que detrás hay algo más: amor, luz, conciencia. ¿No te parece maravilloso entonces sentirla de vez en cuando?

Y es que nuestros mayores desafíos son nuestros más grandes maestros. El otro día en una nueva entrevista que le realicé a Laín García Calvo, al preguntarle cuáles eran sus referentes, me dijo que eran sus fracasos, de ellos es de lo que más aprendió.

9# Cambia tu patrón habitual con la tristeza

La próxima vez que te sientas triste, puedes decirte: ¡gracias! ¡Qué gran oportunidad para para crecer! Quédate en ella un ratito. ¿Qué te apetece hacer? ¿Poner música alegre? ¿Salir de casa? ¿Irte a hacer deporte? Por supuesto eso está dirigido a personas que negamos la tristeza como yo.

Cuando sientas tristeza, haz algo distinto la próxima vez. Déjate llevar por esa emoción. Ríndete ante ella, aunque sea por un tiempo muy corto: medio minuto, 2 minutos… Cuando yo lo hice en algunas ocasiones, le di espacio a esa emoción, entendí el mensaje que me estaba trayendo. Que era dejar de correr, escucharme, valorar todos los colores de la vida: tanto los vivos como los apagados.

Porque todo esto es vida. Vida con mayúsculas. ¿Quién eres tú para negar la Vida que tienes delante? ¿Quién eres tú para no vivir la vida en su plenitud? Precisamente aquello de lo que escapamos, nos sana. Escucha tu voz interior.

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24 comentarios

  1. Magnífico post, como siempre, Masha. He tomado buena nota de él. Gracias por compartir tus vivencias que me ayudan a conectar con las mías proporcionándoles una estrategia y lenguaje a esas emociones. Un gran abrazo.

  2. Muchas gracias por compartir este post. Me has facilitado el lograr conectarme con esta emoción e identificar que fácil me resulta huir de ella. En mi caso me pongo irritable y me enfado con las personas mas cercanas por situaciones irrelevantes.

  3. María cada vez que puedo lo recalco: soy una fiel defensora de la tristeza, y esto no quiere decir que yo sea triste o desdichada, simplemente que soy de ese tipo de personas que se permiten el estar tristes, me permito sentir mi tristeza y la abrazo para que me hable de mi, de lo que no he sanado, de lo que aun no le entiendo a la vida. Tal vez porque soy una persona altamente sensible y me recargo con facilidad, y es por ello que llorar es para mí una buena forma de limpiar mi casa interna y sentir tristeza es una forma de conectar conmigo misma. Sé perfectamente que a este mundo de falsos alegres les aburren los tristes, por lo que ver a una persona triste lo único que hace es recordarte tu propia tristeza, y por lo que invitarle a salir de ella es una forma de escapar de una emoción que tarde o temprano siempre nos encuentra en algún momento de la vida y puede que una tristeza nueva venga y se encuentre con una añeja tristeza y ambas se junten y allí no podamos evitar sentirlas, llorarlas, padecerlas. Saludos.

    1. Qué gran testimonio, Eliana. Es curioso, porque yo también soy una PAS (persona altamente sensible), no puedo ver el dolor ajeno, ni películas de violencia ni siquiera veo noticias… Pero es cierto que toda mi vida he tratado de no sentirla. Ahora es cuando empiezo a reconciliarme con ella y darme cuenta de lo necesaria que es. Gracias por poner tu granito de arena en este tema tan necesario. Un abrazo preciosa!

  4. Hola María, gracias por tu artículo. Yo debo ser de uno que creía que la tristeza no es productiva, pero lo que mencionas me cambia la perspectiva, y creo que hay que darle espacio a la tristeza para que se manifieste y permitirle que nos enseñe algo de nosotros mismos que quizá nos resistimos a observar o aceptar. Saludos!!

  5. Hola María:
    Como siempre un excelente artículo. Lo he leído entero pero quiero volverlo a leer y hacer el ejercicio práctico para reconocer como llevo mi tristeza. Gracias por brillar en mi vida. Saludos y un abrazo muy fuerte.

    1. Qué bien, ya verás que cuando hagas el ejercicio te será de mucha utilidad. Yo siempre hago esos ejercicios antes de subirlos a mi blog y desde luego me funcionan. Seguro que descubres muchas cosas interesantes sobre ti, Silvia. Me alegran mucho tus comentarios, siempre llenos de buenas intenciones! Gracias de corazón!

  6. Hola María bastante reflexivo tu post sobre la tristeza y bastante profundo. A la vez que lo iba leyendo venían distintos pensamientos en mi. Mis momentos de tristeza: ahogo, derrumbe, impotencia, lloro entre otras emociones ligadas a la tristeza. Recuerdo acciones para alejarme, aunque se temporalmente de ella: ver series de humor, por la noche o madrugada ver diccionarios enciclopédicos, cosas así bloquear la tristeza y me hacen más fuerte pues ea un tiempo que te desarrollas emocionalmente mientras haces este bloqueo, llega un momento en que adquieres una cierta inmunidad frente a la tristeza, aunque claro dependiendo del grado y de la causa,Pero aprendes a conocerte más a TI mismo y te orienta para ayudar y aconsejar a los demás. Pero quizás no Te sugiere el vivir la tristeza, más bien alejarte de ella. Creo que es innato en nosotros el alejarnos lo más posible de ella, teniendo siempre presente que todo en la vida no es alegría.
    Muchas gracias María, Un abrazo.

    1. Gracias como siempre Justino. Muy interesante y profundo tu comentario. Es verdad que muchos adquirimos una cierta inmunidad frente a la tristeza. Mientras que hay otros que se van al extremo opuesto. Un abrazo y nos vemos esta tarde!

  7. Hola María,
    que impresionante eso que compartes al inicio del artículo: que ocultabas al mundo tu tristeza.
    En la sociedad actual parece que siempre hemos de estar contentos, felices y al 100% y los humanos no somos robots.
    Me recuerda a la típica frase que respondemos cuando una vecina nos pregunta como estamos: «bien». Supongo que por no mostrar nuestra debilidad…
    Los 9 pasos me han parecido un ejercicio muy completo para ahondar en este sentimiento del que muchas veces queremos huir rápidamente.
    Un abrazo.

    1. Gracias Séfora! Asi´es, escondemos nuestras emociones de los demás por miedo a parecer vulnerables, pero la vulnerabilidad es esencial para sanar y conectar con nuestro niño interior. Gracias por tus palabras.

  8. Hola María,
    Hace días leí este blog sobre las tristezas, me cayó del cielo puesto que hace dos semanas, se ha terminado mi relación después de 7 años juntos, fue una decisión super difícil de tomar (él fué quien terminó) después de más de un año con una crisis existencial que ni él mismo se aguantaba. Yo estaba siempre a su lado y lo apoyaba en todo lo que quería hacer en cuestión de desarrollo personal…. Al leer este blog sobre la tristeza, me identifiqué muchísimo, trato en lo posible de sentir lo que siento y de escuchar mis emociones, trato en no escuchar a las personas (sobre todo las más cercanas) cuando me dicen que es mejor lo que pasa, que seguro viene algo mejor, que salga adelante… aunque nos educan a no estar triste, tu blog me ha servido mucho, me siento bien estando triste y sientiendo lo que siento. Se lo he pasado a varias personas! Gracias por ayudarme.

    1. Me alegro de corazón que te haya ayudado Andreina. Así es, el duelo hay que pasarlo y permitirnos la tristeza y no rechazarla. Porque es parte de la vida. Cuando deje de doler, dejará. Mientras tanto, vivamos esa emoción aunque sea dura, porque nos está trayendo un mensaje importante. Mucho ánimo en tu recuperación! Un gran abrazo, bonita.

  9. Estupendo el post. Voy a hacerlo con respecto a la alegría, hace unos meses me di cuenta que no me permitía la alegría, así que cambiaré donde pones tristeza en tu artículo, pondré alegría y a trabajar!!!! Ya te contaré, :-)

    1. Hola Mariluz. Así es: buena idea de cambiar la tristeza por alegría y aprender a sentirla. Eso pasa mucho por la creencia limitante de «estar alegre está mal, no se puede disfrutar, etc.» Ahora a cambiar tus creencias sobre ello y a permitirte sentirla y disfrutarla en su plenitud. Un abrazo guapa!

  10. Hola Maria

    Yo huyo de el sentimiento de soledad, estoy divorciada y inconscientemente salgo con amigos, grupos, para no sentir la soledad, me da miedo. Me has dado dado un poco de luz, es necesario superar el miedo a estar solo, estando solo y transitar esa tristeza.

    Gracias

    1. Luciana, enhorabuena por poner luz y ser consciente de lo que estabas haciendo. Ahora que te has dado cuenta, puedes descubrir el mensaje que tenía la tristeza para ti. La verdad es que muchas veces no nos permitimos sentir la tristeza u otras emociones catalogadas como negativas y es super necesario, transformador y, sobre todo, liberador. Gracias por pasarte por mi blog. Un abrazo.

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