Cómo formarme en Coaching me cambió la vida

Hoy te traigo un artículo escrito por María Jesús de Miguel, una persona muy especial en mi vida. Quizás ya la conozcas: fue alumna de SelfCoaching y de la primera edición de la Certificación en Coaching de Vida. Y hoy no solo es una gran profesional y tutora de esta formación, sino también una amiga a la que admiro profundamente.

La conocí en un momento en el que estaba atravesando una etapa complicada. Y ver su transformación en estos años ha sido un regalo: ahora es una mujer llena de confianza, con una autoestima sana, auténtica maestra del coaching, y a la vez una persona humilde, cercana, divertida y con una enorme sensibilidad y empatía.

Tiene una gran comunidad en Instagram, con más de 140.000 personas que la siguen y donde comparte todos los días mensajes de inspiración, reflexiones y mucho amor. Ayuda como Coach e Interventora estratégica a personas que están hartas de sobrevivir y listas para vivir de verdad. 

Te dejo con su emotivo artículo donde relata su historia de transformación a través del Coaching de vida.

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El principio

Hace años, mi vida se encontraba en un punto de quiebre. Atravesaba una crisis existencial de esas que te remueven hasta la raíz, que ponen en duda quién eres y hacia dónde quieres caminar. Sentía que me había perdido, que mi brújula interna giraba sin rumbo, y que, aunque buscaba respuestas, no encontraba la luz.

Y entonces apareció María Mikhailova.

SelfCoaching

Mi primer encuentro con María fue gracias a su curso SelfCoaching, un programa grupal diseñado en módulos que, con ternura y firmeza, me tomó de la mano y me enseñó a ser mi propia guía, a mirarme con compasión y a recuperar la brújula de mi vida, esa que había perdido.

Fue una experiencia transformadora y conté con el apoyo constante del grupo en un espacio privado de Facebook, lo que convirtió el aprendizaje en un abrazo colectivo. Allí aprendí no solo técnicas, sino una nueva forma de mirarme; aprendí a identificar creencias limitantes, a generar planes de acción íntimos y a sostener los cambios con pequeñas prácticas diarias. El grupo fue espejo y contención; las devoluciones sinceras y las tareas compartidas crearon responsabilidad y valentía para avanzar.

SelfCoaching fue la chispa que encendió mi proceso: gracias a este curso encontré recursos que desconocía, descubrí voces interiores de apoyo y gané la confianza necesaria para seguir formándome, por supuesto, con María.

Certificación en Coaching de Vida

Primero la tuve como Maestra en su formación de Certificación de Coaching de Vida. Desde la primera clase quedó claro que no era una simple formadora: era una presencia que acogía, que sabía estar sin llenar, que hablaba con una voz cálida que calmaba el vértigo y abría ventanas donde antes solo había muros. Aprendí a escuchar de nuevo; a no huir del silencio; a sostener mis miedos sin avergonzarme de ellos.

Estaba ante una mujer extraordinaria. Su manera de escuchar, su presencia llena de calma y su voz cálida parecían abrazarte incluso a través de una pantalla. Cada palabra suya tenía la capacidad de tocar fibras que creía dormidas y despertar en mí la esperanza de que podía volver a encontrarme. Junto a María emprendí un viaje profundo hacia mi interior. Aprendí a escucharme, a perdonarme, a abrazar mis sombras y a reconocer mi propia luz.

Gracias a su acompañamiento, me transformé. Me formé como Coach, sí, pero sobre todo aprendí a vivir desde mi verdad. Aprendí a reclamar la LIBERTAD, mi valor más preciado: libertad de elegir, de sentir, de decidir sin pedir permiso. Poco a poco, de su mano, me convertí en mi mejor versión, una versión más seria, más auténtica y, sobre todo, más libre.

María no solo enseña técnicas: transmite confianza. Inspira seguridad porque su coherencia, su honestidad y su integridad hablan antes que sus palabras. Es una mujer que ilumina el camino de quienes tienen la suerte de cruzársela. Y, más allá de su talento profesional que es inmenso, está su corazón generoso: la capacidad de estar para el otro sin juicio, con paciencia y con una ternura que cura.

Con el tiempo, tuve el honor de convertirme en tutora de las siguientes ediciones del curso de Certificación de Coaching de Vida. Fue ahí cuando empecé a conocer a María de verdad.

Una mujer inteligente y reflexiva, cercana y dulce, capaz de transmitir seguridad con solo mirarte. Una guía que no te dice quién debes ser, sino que te acompaña amorosamente a descubrirlo. Una mentora valiente, resiliente, íntegra, curiosa, generosa y honesta, que inspira confianza. Y, sobre todo, una persona de luz inmensamente blanca, de esas que no abundan y que, cuando las encuentras, sabes que tu vida ya no volverá a ser igual.

El momento presente

Hoy soy Interventora Estratégica y Coach de vida, gracias a María. Ella plantó en mi corazón una semilla que, regada con su ejemplo, brotó en el deseo profundo de acompañar a otros a redescubrirse. Desde el coaching estratégico y emocional diseño procesos integrales que combinan diagnóstico estratégico, trabajo con emociones, técnicas somáticas y herramientas prácticas para la vida diaria.

Acompaño a quienes llegan con miedos paralizantes, bucles mentales que roban el sueño, vacíos existenciales o pérdidas de propósito. Trabajamos con visualizaciones guiadas, rutinas con alma, registros emocionales, contratos simbólicos y planes de acción concretos que permiten sostener el cambio. Mi enfoque es estratégico, identificando las palancas para el cambio, y profundamente humano: no solo encontramos soluciones, sino sentido. Este trabajo nace de todo lo que recibí de María y ahora, con la misma integridad y generosidad, lo ofrezco para que otros puedan recuperar su libertad interior y vivir sin cadenas.

Mis palabras no son solo un agradecimiento. Es un reconocimiento público a la gran mujer que es. Porque quienes tenemos la suerte de cruzarnos con almas como la suya, sabemos que hay encuentros que no son casualidad, sino parte del plan más hermoso que la vida tiene para nosotros. Hoy, María es mucho más que mi Maestra y mi Mentora. Hoy tengo el gran privilegio de llamarla mi Amiga. Y esto, para mí, es un regalo inmenso.

Este artículo es un intento, humilde y sentido, da darte las gracias por todo lo que me has dado y me sigues dando. Quiero que sepas, María, que tu huella es profunda y permanente: en mi mirada, en mi trabajo, en la forma en que hoy ofrezco acompañamiento a otros. Tu trabajo es un legado. Tu amistad, un tesoro.

En tu voz encontré un puerto.

En tu mano, encontré el mapa.

En tu mirada, encontré el permiso para volver a ser.

Gracias por enseñarme a volar desde mi propia libertad.

Con amor e inmensa gratitud,

María Jesús de Miguel Pereira – MJ Effect

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Soy MJ, Interventora Estratégica y Coach de Vida.

A los 50 años, después de una vida huyendo hacia adelante, mi volcán interno estalló. Fue brutal, pero me despertó.

Me formé como Coach de Vida y como Interventora Estratégica y descubrí que tengo un don especial e innato para acompañar a otros en sus propios renacimientos.

Hoy ayudo a personas que, como yo, están hartas de sobrevivir y listas para vivir de verdad. Mi estilo es directo, sin anestesia, pero con amor.

No vengo a maquillarte el dolor, vengo a caminar contigo hasta que digas:

“Ahora Sí, Ahora Yo”

Si buscas verdad, transformación y un espacio seguro donde renacer, bienvenida/o. Este es tu lugar.

Escríbeme si quieres trabajar conmigo como Coach: mjeffect@gmail.com o sígueme en mi canal de Instagram para no perderte todas mis novedades.