¿Merece la pena diferenciar entre Coaching y Psicología?
El por qué de este artículo
La semana pasada, María compartió un artículo escrito por Anna Aparicio, Coach de Profesionales Sanitarios, en el que enumeraba las diferencias entre un Coach y un Psicólogo.
No es la primera vez que veo esa misma lista, una lista que no hace más que transmitir una visión muy limitada y negativa de la Psicología y de la forma de trabajar que tenemos los psicólogos.
No es de extrañar, por tanto, la reacción que generó entre profesionales de la psicología. A mí personalmente me ha hecho reflexionar acerca de la necesidad de diferenciar y desvincular el coaching de la psicología.
¿Es realmente necesario diferenciar y desvincular el coaching de la psicología?Envía Tweet
Al fin y al cabo, ambos tienen tantos aspectos en común que realmente tendría más sentido mencionar sus similitudes y apoyarse el uno en la otra.
En realidad el coaching tiene más en común con la psicología de lo que se suele pensarEnvía Tweet
Especialmente cuando hablamos del Life Coaching, coaching de vida o coaching personal. Intentar establecer diferencias pierde sentido.
Por eso me he animado a escribir este artículo, con el fin de aportar una visión más amplia y conciliadora acerca de las diferencias entre coaching y psicología y, para aportarte lo que yo considero que son criterios más realistas/acertados para decidir a qué profesional acudir.
Coaching y Psicología: inseparables de principio a fin
Aunque es cierto que el coaching se ha nutrido y se nutre de muy diversas disciplinas como la filosofía, el deporte, la lingüística, los negocios, etc., la psicología ocupa un lugar y un espacio importante en su desarrollo, debido a la multitud de aportaciones que ha hecho al coaching:
- la relación centrada en el cliente que aporta la psicología humanista, siendo esencial Carl Rogers;
- la teoría de la Gestalt de Fritz Perls; la logoterapia de Viktor Frankl; la terapia cognitiva de Aaron Beck y Ellis;
- la comunicación con la escuela de Palo Alto de Paul Watzlawick y Gregory Bateson;
- el desarrollo del potencial humano de Abraham Maslow; la teoría del aprendizaje social de Albert Bandura;
- el constructivismo de Jean Piaget; la terapia breve estratégica o el enfoque centrado en las soluciones de Watzlawick, Fisch y Weakland;
- la orientación sistémica con Virginia Satir; la inteligencia emocional con Peter Salovey y John Mayer y el gran aporte en su difusión de Daniel Goleman; la psicología positiva con Martin Seligman y Mihalyi Csikzentmihalyi;
- el análisis de tareas, el análisis funcional, las teorías de la motivación, las bases de la autoestima… y un larguísimo etcétera.
Por otra parte, si atendemos a la definición que hace la ICF (International Coach Federation) de lo que es coaching, vemos cómo cada vez tiene menos sentido separar el coaching de la ciencia psicológica:
“El Coaching es una relación profesional continuada que ayuda a que las personas produzcan resultados extraordinarios en sus vidas, carreras, negocios u organizaciones. A través de este proceso de Coaching, los clientes ahondan en su aprendizaje, mejoran su desempeño y refuerzan su calidad de vida”.
Si producir resultados extraordinarios en la vida de las personas (y las organizaciones o equipos de cualquier naturaleza, formados por personas), mejorar su autoconocimiento, su desempeño y su calidad de vida no es competencia de la psicología, entonces ¿qué lo es?
Especialmente cuando el coach es un life coach o coach personal, pero también cuando se está haciendo coaching ejecutivo, o deportivo:
El Coaching no puede desligarse de la Psicología.Envía Tweet
Falsas diferencias entre un Psicólogo y un Coach
No voy a entrar en detalle en este apartado. Para eso te invito a leer el listado de diferencias que se mencionan en el artículo, en base al cual surge éste, y los comentarios que aparecen en el mismo.
Sin embargo, te hago aquí un resumen: no es cierto que los psicólogos nos centremos en el pasado, en los problemas, hablemos de trastornos, y ocupemos una posición superior sobre el paciente, que es un sujeto pasivo que recibe nuestros consejos y hace todo lo que nosotros le decimos.
Eso es posible en el caso de los psicoanalistas, y estoy segura de que habrá quienes nieguen esta afirmación.
Es decir, esa visión del psicólogo es tremendamente reduccionista, dando muestra de lo poco que se conoce hasta qué punto la psicología ha ido evolucionando y creciendo desde sus inicios.
En ese sentido, podemos decir que hoy en día una gran proporción de psicólogos tenemos los mismos objetivos, técnicas y recursos que los coaches:
Un enfoque centrado en el cliente, en las soluciones, siendo este proactivo y protagonista del proceso, donde se marcan objetivos, se entrenan habilidades, se mira a futuro, desde una visión positiva de la persona, del entorno y de las circunstancias.
Apenas hay diferencias entre los coaches personales y los psicólogos positivos.Envía Tweet
¿Dónde están realmente las diferencias entre coaches y psicólogos?
Si el sujeto para y con el que se trabaja es el mismo (individuos o grupos, desde adolescentes a jubilados, pasando por jóvenes, madres, solteros, divorciadas, empresarios, deportistas, desempleados…), se actúa sobre las mismas áreas de trabajo (personal, laboral, deportivo, social, ocio, crecimiento personal, negocios, maternidad, etc.) y la forma de intervenir también es compartida (centrada en soluciones, en el cliente y en sus fortalezas, para lograr objetivos y aumentar su bienestar), ¿dónde están las diferencias?
Formación:
- Los psicólogos cursamos una carrera universitaria, es decir, estudios oficiales y reglados (validados por el Ministerio de Educación) de 300 créditos, o lo que es lo mismo, más de 3.000 horas de estudios. En esos años de universidad estudiamos qué hace a la persona ser, sentir, pensar y actuar como lo hace, los procesos neurológicos en la base de la conducta humana, las distintas patologías, su origen y forma de intervenir en ellas, factores que generan sufrimiento y cómo evitarlos, aquellos que generan bienestar y cómo fomentarlos, cómo actuar sobre los distintos procesos cognitivos, de aprendizaje, motivacionales, emocionales, de la persona… En definitiva, adquirimos un amplio bagaje de conocimientos que nos permite identificar e intervenir con relativa eficacia sobre una amplia variedad de aspectos relacionados con el ser humano.
- Los coaches tienen una mayor diversidad de estudios no reglados, no regulados por un organismo público oficial. La duración, los contenidos (PNL, inteligencia emocional, cómo establecer objetivos, etc.), la metodología… varía mucho más que en el caso de los estudios de psicología. Hay coaches con un diploma de un curso de 100h a distancia, sin prácticas ni seguimiento de ningún tipo, y otros que se han formado presencialmente y que cumplen más de 500h de práctica profesional para poder ser certificados como coaches. Por ese motivo surgen asociaciones y federaciones, con el fin estandarizar y definir criterios de calidad para todas las formaciones que existen, y para el ejercicio de la profesión. Las organizaciones más conocidas, que ofrecen formación e intentan regular la profesión, se encuentran la International Coach Federation (ICF) y la Asociación Española de Coaching (ASESCO).
Categoría profesional:
- Los psicólogos: el epígrafe de actividades económicas correspondiente será el 776 (Doctores y licenciados en ciencias políticas y sociales, psicólogos, antropólogos, historiadores y similares), no existiendo distinción por especialidades.
- Los coaches: no existe uno especial para los Coaches. El mejor epígrafe en el que suelen incluirse es el 777: Especialistas en Asuntos de Personal y Orientación y Análisis Profesional. Si te fijas, aquí sólo podrían entrar los coaches ejecutivos o empresariales. Los coaches personales no estarían bien ubicados aquí.
¿Tienen estas diferencias algún valor?
Depende de quien lo mire, pero la realidad es que, a pesar de que coaches y psicólogos tengamos diferente formación y nos apuntemos en Hacienda en una categoría diferente, al final todos terminamos haciendo más o menos lo mismo.
Pero sí que me gustaría hacer referencia a este dato reflejado por INFOCOP:
“A pesar de que el coaching, por definición, trabaja con poblaciones no clínicas, los estudios han puesto en evidencia que entre el 25% y el 50% de las personas que solicitan servicios de coaching presentan niveles de psicopatología clínica (ver Green, Oades, y Grant, 2006; Spence y Grant, 2005). Parece, por tanto, que la formación en la identificación de los aspectos clínicos y de salud mental que ofrece la ciencia psicológica, constituyen elementos necesarios para garantizar unos servicios éticos y de calidad en coaching”.
Este es uno de los datos que algunos psicólogos usarán para defender la psicología (o el coaching hecho por psicólogos) frente al coaching hecho por coaches sin formación universitaria.
Los psicólogos, ¿sabemos más que los coaches?
En mi opinión, un título no te da la capacidad para detectar problemas e intervenir en ellos. Y aunque supuestamente un título debería significar que se cumplen ciertos criterios de rigor, todos sabemos que no siempre es así.
Conozco psicólogos que se han conformado con los conocimientos que adquirieron en la carrera (que dependiendo de la universidad, fueron mejores o peores), que no han profundizado ni ampliado… que no han trabajado sus habilidades personales y profesionales como la empatía, la asertividad, la escucha activa, la inteligencia emocional, etc.
Y conozco coaches, u otro tipo de terapeutas no psicólogos, que en este terreno son increíbles. No habrán estudiado la carrera pero tienen un conocimiento del ser humano, a nivel teórico y práctico, que alcanza o sobrepasa al de algunos psicólogos.
Así que, a la hora de escoger un profesional u otro, son varios los aspectos que tendrás que analizar y valorar para tomar tu decisión.
Criterios para elegir a un Coach, Psicólogo o Psicoterapeuta
- Titulación: si para ti es importante este aspecto, te interesará conocer si quien te va a atender es psicólogo titulado, coach certificado, coach sin certificar o sin reconocimiento, psicoterapeuta con formación universitaria (por ejemplo, terapeuta ocupacional con formación en terapia Gestalt), psicoterapeuta sin formación universitaria, etc. ¿Cuál es la titulación que más tranquilidad y seguridad te ofrece a ti?
- Método de intervención: si buscas un poco en internet puedes leer acerca de las diferentes líneas de intervención y escoger aquella con la que más te identifiques (cognitivo-conductual, humanista, transpersonal, Gestalt, sistémica, ontológico…)
- Especialización: también te interesa saber si se ha especializado (o no) en una población y situación concretas (por ejemplo, en mujeres jóvenes para escoger una profesión, o en hombres adultos para aumentar y mejorar sus relaciones sociales, o en profesionales de las ventas para gestionar su ansiedad al hablar en público, etc.) Para mí, este es uno de los más importantes, junto con los valores. Necesitas saber si la persona que va a atenderte sabe cómo ayudarte a conseguir lo que quieres.
- Experiencia: a lo mejor buscas a alguien que tenga más años de experiencia frente a alguien que acaba de entrar al mercado laboral, pero puede que este factor no sea el de mayor peso para ti.
- Valores: hay otros aspectos más sutiles que conocer de la persona para elegirla, y son sus valores. Cómo ve ella “la vida”, qué entiende por sufrimiento, qué es para ella la felicidad, qué es lo más importante para ella en el proceso terapéutico (rigor, cercanía, objetividad, espiritualidad, rapidez, sencillez, profundidad, los objetivos, los sentimientos…) Algunos estarán reflejados explícitamente en su página web (si la tiene), o te los mencionará en una sesión informativa, pero otros tendrás que “leerlos entre líneas”. ¿Qué valores te gustaría que tuviera? ¿Cuáles no te importaría que no tuviera, y cuáles no podrías ignorar que tiene o no tiene el coach/psicólogo/terapeuta?
¿Cómo saber a qué profesional acudir? Consejos para escoger a tu coach, psicólogo o terapeuta.Envía Tweet
Mi consejo para escoger la mejor opción
Haz una lista con tus criterios y tómalos en cuenta para decidir.
Olvídate de las “supuestas diferencias” entre coach y psicólogo, de lo que “los demás” dicen que es mejor, más fiable, más válido, más recomendable, más seguro… Piensa en ti.
Luego, conoce concretamente a la persona que va a ayudarte.
¿Qué tipo de persona buscas para que te acompañe a lograr tus objetivos? ¿Con cuál te vas a sentir más a gusto, en cuál vas a confiar más? ¿Cómo es exactamente el profesional que va a atenderme? ¿Cumple los criterios que vas buscando, que son importantes para ti?
No hay UNA profesión correcta y otra incorrecta. Hay profesionales. Y hay clientes. Es como casar “cada oveja con su pareja”.
¿Coach o Psicólogo? No hay UNA profesión correcta y otra incorrecta. Hay profesionales. Y hay clientes.Envía Tweet
Busca la tuya, aquella con la que sacar lo mejor de ti. Independientemente de si estudió coaching o psicología, o las dos, o ninguna.
Éste es un post invitado, escrito por Irtha López, psicóloga y coach personal, creadora de IntrovertidaMenteTuya. Ayuda a las personas introvertidas a apreciar las múltiples fortalezas y cualidades positivas que les aporta su forma introvertida de ser, para que mejoren su autoestima y puedan disfrutar mucho más de su relación consigo mismas, su familia, sus amigos y desconocidos.
31 comentarios
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Irtha, me pienso tomar una cerveza a tu salud y a la de este artículo en cuantito salga de la consulta (Psicológica). ¡¡¡Ole, ole y ole!!!
Qué bien, Jesús! Me alegro de que te haya gustado… Rectificar es de sabios, verdad?
Están genial este tipo de artículos. Nos ayudan a todos a ver que pasa realmente detrás de las paredes de los despachos. Y eso es siempre positivo. :) ¡Muchas felicidades a las dos!
Gracias, Jesús.
Quería aportar una visión complementaria, con la que pudieran sentirse más identificados los psicólogos y creo que lo he conseguido.
Salud!
Hola a tod@s:
Después de leer los dos artículos me gustaría dar la humilde opinión de una persona que ni es psicóloga ni coach, pero que si que en algún momento de su vida ha necesitado acudir a un profesional de la psicología. En mi modesta opinión no encuentro ninguna diferenciación entre las dos disciplinas y pienso que como muy bien ha dicho la autora de este artículo, más que ver las diferencias, hay que ver las semejanzas para un enriquecimiento mutuo entre las dos profesiones. Saludos.
Hola Silvia. Me gusta mucho que aportes tu visión de paciente o cliente de estas dos disciplinas. A veces los coaches y psicólogos entramos en debates absurdos de quién es quién, pero en realidad, nuestra finalidad es ayudar a personas a crecer y ser más completas en todos los sentidos.
Hola Silvia,
muchas gracias por compartir tu experiencia y tu punto de vista.
Es muy enriquecedor tener la opinión desde todos los ángulos, tanto del que «da» como del que «recibe».
Me alegra mucho encontrar que mi recomendación de verlas como algo complementario no es tan descabellado.
Y que hay personas que acuden a uno u otro profesional con esta visión.
Un saludo.
Irtha, te superas.
Enhorabuena por este pedazo de artículo que a partir de ahora será una biblia para mí. ¡Muchas gracias por escribirlo y por compartir tu opinión!
Efectivamente creo que por encima de distinciones hay que distinguir a cada profesional y elegir a aquel con quien mejor conectes. Gracias por estas perlas que nos has compartido.
Que bueno e interesante tu artículo, María, por algo lo he compartido y divulgado por Linkedink, yo la verdad es que no soy, precisamente, ningún experto en esto, y menos en diferenciar a unos y otros, lo que si puedo decir es que , los psicólogos, van más tirando a la medicina, al aspecto clínico, normalmente, sobre todo en los lugares públicos (hospitales, etc) están coordinados con los psiquiatras para tratar algún problema de un paciente. Hacen muchas preguntas , quizás en ocasiones no para conducirte por un camino, o para hacerte cambiar la mentalidad, sino para encontrar la raíz del problema y encontrar después vías de solución, junto con una determinada medicación. En cambio los coachs, van más encaminados por otros caminos, aunque al final la meta sea muy parecida, los ejecutivos, etc, aunque también hay de salud, pero van más al ámbito privado, no tanto como una enfermedad mental de una persona, sino para encauzarla en una dirección. De todas formas en mi opinión, mi criterio, es posible que esté muy equivocado en parte o en todo lo que he dicho. Un saludo María
Gracias, Ana.
Aprecio sinceramente tu valoración.
:)
Gracias Irtha por este gran artículo. Creo que es necesario que haya textos como el que tú has escrito en los que se esclarecen de forma clara, coinciliadora y amena las diferencias entre dos disciplinas que pueden a llegar a confundirse. Es muy positivo que la gente tenga el conocimiento necesario sobre aquellos servicios o tratamientos que están a su alcance. En mi caso, soy fisioterapeuta y osteópata y sucede exactamente lo mismo. Ambas disciplinas coinciden en ciertas técnicas y formas de proceder, pero el enfoque, la filosofía y la formación son diferentes, lo cual crea confusiones que no benefician a nadie. ¡Un abrazo y enhorabuena!
Me alegro de que te haya parecido ameno y conciliador, Ubay.
Creo que para poder aportar información clara sobre los servicios que están a nuestro alcance, como tú dices, hay que hablar no sólo de las diferencias, sino también de las semejanzas. Y más cuando hablamos de profesiones tan relacionadas entre sí ,)
Hola Justino,
no estás equivocado, lo que pasa es que hablas de una pequeña parte de los psicólogos. Como bien dices, son los que puedes encontrar en la sanidad pública, y ellos, claro, tienen que seguir unos criterios más médicos, coordinarse con psiquiatras, hacen preguntas más dirigidas a establecer un diagnóstico correcto para poder intervenir de manera más adecuada, tomar decisiones de internamiento, ofrecer ayudas, etc.
A lo mejor hay alguno que no actúa así, pero es difícil porque están trabajando para el Estado y tienen que ceñirse a lo que éste les pide.
Pero fuera del ámbito público, como comentaba en el artículo, los psicólogos mostramos una gran diversidad. Y no sé decirte si somos muchos o pocos los que nos alejamos de esta descripción que haces de los psicólogos, pero lo que sí es cierto es que no todos somos así ,)
Por eso la confusión.
Gracias por tu comentario y por compartir. Ayuda a ampliar y enriquecer la idea que tenemos acerca de cómo actúa un psicólogo ,)
Gracias Irtha por compartir y reflexionar, y hacernos reflexionar. Soy Psicólog@ y Coach.
Lo que nunca entenderé es por qué el empeño de comparar Psicología y Coaching. Para mi entender, la gran diferencia es que Coaching es una herramienta de trabajo, una forma de trabajar con las personas para favorecer su crecimiento. Podría ser comparado con la Psicoterapia. NUNCA con Psicología. Que es mucho más. Y por supuesto es mucho más si nos vamos a otras áreas como Social, Educativa, Experimental, …
Es como empeñarnos en comparar conductor, piloto profesional, mecánic@ o ingenier@. Seguramente todos conducen. Llevan un vehículo de un sitio a otro. Los conocimientos de un@s y otr@s a la hora de entender el procedimiento y, sobre todo, que hacer en caso de avería, no tienen nada que ver.
Así es, Juan Carlos.
No tiene mucho sentido. Pero la cuestión es que el Coaching tiene una larga historia detrás, unas raíces fuertes en la psicología y la filosofía, los negocios y el deporte, y está creciendo y expandiéndose mucho. Por eso surgen todos estos debates.
Ser licenciado/graduado en psicología no te transfiere todas las habilidades y conocimientos de los muchos psicólogos que te precedieron en la historia. Has estudiado una parte de su legado, eres parte de un colectivo con un gran prestigio y desarrollo, pero no te convierte en ellos. Tú no eres ellos.
¿Por qué creernos entonces más que los coaches, que también han estudiado su historia, y parte de la nuestra, y han adquirido tantas o más habilidades que los psicólogos?
La Psicología es una ciencia que ha aportado y aporta mucho conocimiento a todos. Pero también hay coaches innovadores e investigadores, que aportan nuevos conocimientos aplicados.
Una vez más, no se trata de «el coaching» o de «la psicología» (o del mecánico y el ingeniero), sino de lo que cada uno ha aprendido, lo que está haciendo y lo que puede hacer ,)
Creo que individualizar e ir más allá de la «etiqueta» de la profesión nos acerca más a la realidad.
Me encanta tu claridad, Irtha! A todos nos has dejado boquiabiertos con lo bien que te has expresado en cuanto a este tema tan peliagudo… Todavía estoy viendo muchos comentarios en redes como Facebook de personas poniendo a los coaches como intrusos o poco profesionales por tener menos años de estudio. Y se olvidan de lo más importante: de cuál es la función de ambas profesiones, que es ayudar a los demás de la mejor manera posible.
Gracias, María.
Aunque más que por la claridad, creo que los que han expresado su apoyo y agradecimiento, lo han hecho para expresar que compartimos la misma visión.
Otros artículos pueden ser igualmente claros y concisos, pero transmiten unas ideas con las que no estamos de acuerdo.
A mí lo que más me sorprende de mí misma, con humildad, es la valentía de expresar una opinión tan radical y diametralmente opuesta a los comentarios que estamos acostumbrados a oir, como los que sigues recibiendo en las redes sociales: que lo más importante es la formación, y por eso los psicólogos somos mejores.
Decirle a otra persona: «confia en ti mismo y en el profesional al que acudas, en su humanidad, en sus buenas intenciones, y en que te sabrá ayudar lo mejor que sabe o si no, reconocerá sus limitaciones y te recomendará a otro profesional, del tipo que sea», es más subjetivo, menos «profesional» y más arriesgado que decirle «vete a cualquier psicólogo, que seguro que sabrá más y te ayudará mejor que cualquier coach».
Mucho tiempo me sentí culpable, y en ocasiones aún me asalta ese sentimiento, por no tener un criterio más objetivo, por no defender la «profesionalidad», los métodos validados y los profesionales certificados…
Pero ahora sé que no soy la única que considera que hay «otras cosas» que valorar, y saber que hay personas que piensan como yo, como tú, como todos los que han comentado en este artículo fue lo que me animó a escribir un artículo con el que nos pudiéramos sentir identificados y representados.
Pues me alegro mucho de que seas una valiente, Irtha, personas como tú hacen falta en este mundo, que no se dejan llevar por los dogmas o lo que se supone que es correcto (lo académico, lo establecido), sino con criterio propio, sentido común y sobre todo mucha asertividad y humanidad.
Excelente artículo, excelente comentario Irtha.
Siento admiración por los psicólogos (así como por todas aquellas personas que estudian y dedican tiempo y corazón al desarrollo humano) y son mis aliados, siendo paciente y como coach certificada y formadora.
Más que felicitar lo claro, felicito el nivel de asertividad, en tomar el riesgo de expresar lo que piensa y siente cuidando la ecología, respetando su punto de vista sin anular o invalidar el de otros. A mi criterio, eso es una maestría que se aprende con la práctica y el amor por el ser humano!
Un gran saludo para ti y para María.
A seguir brillando y acompañando a otros a brillar!
Amén Irtha! Ya sabes que yo trabajo con coaches, terapeutas, psicólogos… y este artículo va a salir en mi newsletter porque realmente es una reflexión fantástica que muchos deberían hacer. Eliminemos clasificaciones y limitaciones innecesarias, y pongamos el foco en ayudar a las personas con todas las herramientas que tengamos a nuestro alcance.
Un abrazo, y gracias a ti y a Maria por este contenido tan útil!
Cierto, Ana. Has resumido perfectamente la idea que quería transmitir con el artículo.
Y este artículo ha sido posible en parte gracias a profesionales como tú, que nos ayudan a ver lo importante que es dejar de vernos como «psicóloga» o «coach», y empezar a pensar en nuestro cliente, y en lo que realmente podemos hacer por ellos.
Para mí ha sido necesario recorrer ese camino, vivir ese proceso de quitarme y ponerme una etiqueta para terminar quedándome con lo que YO soy como profesional, con todas las herramientas que me han aportado los dos estudios, mi experiencia, lo que he podido aprender de manera autodidacta… y preocuparme más por lo que yo puedo aportar a mis clientes a conseguir, sin diferenciar si la técnica que estoy empleando a cada momento me la «enseñó» la psicología o el coaching.
Muy interesante y completo el análisis de ambos campos, efectivamente tan unidos. Hay áreas que se pueden abordar desde cualquiera de las profesiones, mientras que si existe un problema reconocible, una patología, la ética del coach le haría derivar al cliente a un psicólogo. Finalmente y como en todo en la vida, la valía personal es fundamental en el trato con clientes y pacientes, así como la existencia de una formación mínimamente regulada, pues hay coaches que apenas están respaldados por un curso a distancia y por otro lado hay psicólogos con formación totalmente obsololeta y escasísimas cualidades personales para el desempeño de su profesión. María, tú, afortunadamente para todos sus seguidores, eres una gran profesional con enormes inteligencia emocional.
Muchas gracias por aportar tu granito de arena, Alicia! Y por las palabras que me dedicas. Me esfuerzo en dar lo mejor de mí y no dejo de formarme continuamente (como te conté acabo de empezar un curso de coaching estratégico). Un abrazo, guapa!
Felicitaciones a las dos por este esclarecedor y formidable artículo.Me ha encantado. Lo comparto en Facebook.
Muchas gracias Pilar! Un abrazo :)
Como opción creo en mi experiencia que el coaching es una herramienta más para el psicólogo.
El coaching a secas está muy bien y es muy motivador y que debería (por su bien) tener más formación (de años). Es un «debería» que suma, no resta; que se le da una connotación negativa.
Saludos.
Muy interesante tu observación, Marta. Por eso nunca dejo de formarme: después de Coaching, sigo formándome en PNL, en Coaching Estratégico, etc. Cuando la profesión es vocacional, formarse no es una obligación, sino crecimiento personal, pasión, ilusión y ganas de mejorar ayudando al otro. Esto es lo que me motiva y lo que hago cada día de mi vida, por eso creo que un curso sin más no lo es todo y hay que profundizar. Un saludo!
Considero que ambas disciplinas se complementan, aunque cabe destacar que las disciplinas ahí están, la cuestión es quien o quienes las aplican, ya que al Coach se le sugiere aplicar autocoachig, mientras que a los psicólogos no, por otro lado el Coaching se apoya en experiencias propias y ajenas, mientras que el psicólogos se apoya en teorías y a menudo con muy poca práctica, sin embargo ambas disciplinas caen en la prueba y el error, perdón (investigación o experimentación), lo siento por el sarcasmo, pero la verdad conozco muy pocos psicólogos buenos y menos coaches honestos, a mi personalmente me gusta el Coaching, y eso que he trabajado hombro con hombro con psicólogos, pero particularmente me encana el Coaching, realmente me está ayudando mucho más que la psicología, aunque se muy bien que el Coaching está cimentado en ella, me quedo con el término COACHING. Saludos.
Hola Albert. Muchas gracias por dar tu punto de vista. Como bien dices, hay de todo en esta vida. Yo personalmente trato de aplicar el coaching con honestidad, desde la experiencia y la práctica, y por supuesto, el autocoaching es mi pan de cada día. Hay también mucho vendehumo en esto del coaching, por desgracia, pero pasa en muchas áreas, especialmente cuando algo es nuevo y no está regularizado. En cuanto a psicólogos, no puedo opinar, pues no he trabajado directamente con ninguno, pero imagino que igualmente ocurre un poco de todo: los hay mejores y peores. Lo que no les quito es el mérito de años de carrera universitaria, de estudio profundo del ser humano y su psique, etc.
Excelente análisis y mejores las conclusiones… Me han aportado claridad y mucho norte… Estaba documentándome sobre si estudiar Sicología o certificarme como Coach en varias facetas… Lo de ser sicólogo es apasionante y de seguro podré hacer más por las personas con las que trabaje… Claro… tendré que especializarme durante o luego en Coaching…
muchas gracias y mil bendiciones…
Gracias Óscar, me alegro que te haya aportado claridad. Sí, ambas facetas son apasionantes y de seguro podrás ayudar a muchas personas. Gracias por esta gran misión. Abrazos!